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Mezquita de Granada
Imam:Shaij Muhammad Al-Kassbi
Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que la Taqwa es el consejo que Allah da a los primeros y a los últimos.
Sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que la purificación del nafs, guardarlo, protegerlo, es uno de los asuntos más importantes del que nos habla el Corán. Para esta razón, para cumplir con esto es por lo que Allah envía a sus nobles Mensajeros.
Dice Allah: “Él es Quien ha hecho surgir para los iletrados un Mensajero que es uno de ellos; y que les recita Sus signos, los purifica y les enseña el Libro y la sabiduría, cuando antes estaban en un claro extravío” (Yumuah, 2).
La purificación del nafs lo que significa es conocerse a uno mismo, conocer los defectos que posee tu propio nafs, ya que esta es la manera de posteriormente educarlo y encauzarlo en el noble camino. Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor.
Allah pone como condición la purificación del nafs para poder obtener el éxito y el triunfo. Dice Allah: “Que habrá triunfado el que la purifique y habrá perdido quien la lleve al extravío” (Shams, 9).
El camino mas corto al Jardín es la purificación del nafs, vigilarlo, protegerlo y temer el encuentro con Allah para la rendición de cuentas. Dice Allah: “El que traspasó los límites y prefirió la vida inmediata tendrá como morada el Yahim. Pero quien temió que habría de comparecer ante su Señor y refrenó su alma del deseo tendrá como morada el Jardín” (Nazia’t, 40).
El más puro de los nufús, el que mejor se purificó, fue el del Mensajero Muhammad, al que Allah colme de bendiciones, por eso es por lo que él fue la persona de mayor amor y temor por Allah.
Abdullah Ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, dijo: “Me dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: ‘Recítame algo’. Dije: ‘¿Recitarte algo a ti si sobre ti ha descendido?’. Dijo: ‘Me gusta escucharlo de otro que no sea yo’. Comencé entonces a recitar la Surat de las Mujeres hasta que llegué a: ‘¿Y qué pasará cuando traigamos a un testigo de cada comunidad y te traigamos a ti como testigo sobre éstos? Ese día, los que se negaron a creer y desobedecieron al Mensajero desearán que se los trague la tierra, y no le ocultarán a Allah una sola palabra’ (Nisa, 41). Dijo: ‘Es suficiente’. Miré su rostro y vi que sus ojos derramaban lágrimas” (Rawahul Bujari wa Muslim). 
Hacer el recuento de uno mismo en este mundo conduce a que la rendición de cuentas en el Día del Levantamiento sea más ligera. ‘Umar, que Allah esté complacido con él, dijo: “Haced recuento de vosotros mismos antes de que se os haga, purificaos antes de que se os purifique, ya que lo que alivia el recuento de mañana es que lo hagáis vosotros mismos hoy, preparaos para el gran recuento sin tener miedo a nada”.
La purificación del nafs, hacerse recuento a uno mismo, conduce al siervo a reconocer los dones de Allah y a que se le aligeren las penas y las desgracias.
Umar, que Allah esté complacido con él, dijo: “Siempre que me ha acontecido una desgracia, he sabido que Allah me está dando con ella tres dones. El primer don es que Allah me está dando una desgracia ligera, ya que Él es capaz de hacerla mucho más dura. El segundo es que Allah me la ha entregado en mi dunia y no en lo referente a mi din. Y el tercer regalo es que Allah me está reservando la recompensa, por haberla soportado, para el Día del Levantamiento”. 
Hacer recuento del nafs lleva al siervo a temer a Su Señor y a no perder la esperanza en Su recompensa. ‘Umar, que Allah esté complacido con él, dijo: “Por aquel que tiene mi alma en su mano, que si se levantara de entre la gente alguien y dijera: ‘Oh gente, todos vosotros sois habitantes del Jardín excepto uno’, yo tendría miedo de ser esa persona. Y si se levantara otro y dijera: ‘Oh gente, entrad todos vosotros al Fuego excepto uno’, yo tendría la esperanza de ser ese”.
Oh Allah, te pedimos que nos hagas ser habitantes del Jardín y nos libres de ser merecedores del Fuego.
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Musulmanes, ciertamente, si la persona deja de vigilar y controlar su nafs, si deja de hacer recuento, entonces lo falso se le mostrará como verdadero, parecerá que vive en seguridad y complacencia cuando en realidad no lo está, se estará traicionando y engañando a sí mismo y se sumergirá en la desobediencia hasta la perdición.
En cambio, quien reconozca sus errores, quien proteja y vigile su nafs, quien desobedezca a su nafs cuando le llame a hacer algo perverso, será feliz con una felicidad absoluta y extrema.
En muchos casos el nafs te presenta un asunto como bueno, pero en realidad es lo contrario: un asunto malo y perverso.
Y Allah, tabaraka wa ta’ala, no acepta las acciones a no ser que se hayan hecho buscando con sinceridad Su Faz. Nuestro Mensajero, que Allah colme de bendiciones, dijo: “Las acciones no son sino por las intenciones, y cada hombre obtiene el resultado de su intención, de manera que aquel cuya emigración fue para conseguir algo de este mundo, o para casarse con una mujer, su emigración fue por aquello por lo que emigró” (Rawahul Bujari wa Muslim ‘an ‘Umar).
Si no hubiera recuento del nafs, los seres humanos caerían en el shirk, en la hipocresía, en la mentira, en la traición, en el engaño, en la usura, en la injusticia. Se entregarían por completo a todos sus apetitos. 
Ciertamente, el estado en el que viven los musulmanes hoy en día es causa de haber traicionado esto, es causa de haber dejado la protección y la purificación de los nufús, es causa de haberse entregado sin freno a los apetitos y pasiones.
Que Allah esté complacido con el siervo que haga recuento, que purifique su nafs y que intente estar siempre libre de la traición y el engaño del nafs. Quien haga esto estará demostrando intelecto, fuerza de voluntad y una clara guía.
Nuestro Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, dijo: “El inteligente es el que refrena su nafs y actúa para lo que viene después de la muerte. Y el inútil es el que sigue los apetitos de su nafs y aun así espera algo de Allah” (Rawahu Tirmidhi ‘an Shaddad Ibn Aus). 
Tened temor de Allah, siervos suyos; quien tenga una intención pura, sus acciones serán puras, quien purifique la relación con Su Señor, Allah purificará su relación con la gente; quien actúe para su ájira, Allah cubrirá sus asuntos en este mundo.

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