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Pregunta:

¿Cuáles son los momentos en que es desaconsejable rezar, y qué oraciones voluntarias se pueden hacer en esos momentos?

Respuesta:

Alabado sea Dios

En primer lugar, los momentos en que las oraciones voluntarias no están permitidas son básicamente tres, y cinco cuando son explicados en detalle. Son: 

-       Desde la aurora hasta la salida del Sol
-       Desde la salida del Sol hasta que ha alcanzado la altura de una lanza, que es aproximadamente doce minutos, pero para estar seguros asumimos un cuarto de hora.
-       Cuando el Sol está alto al mediodía, hasta que pasa el cenit.
-       Desde la oración de la tarde hasta la puesta del Sol.
-       Cuando el Sol comienza a ponerse, hasta que se pone completamente. 

En resumen, los tiempos son:

-       Desde la aurora hasta que el Sol a la altura de una lanza
-       Cuando está alto en el mediodía, hasta que ha pasado el cenit.
-       Desde la oración de la tarde hasta que el Sol se ha puesto completamente 
Para más evidencia sobre esto por favor consulta la respuesta a la pregunta No. 48998

En segundo lugar, durante estos momentos la oración voluntaria no está permitida. Con respecto a ofrecer oraciones obligatorias para reponerlas, la prohibición no tiene nada que ver con ellas. 
El principio básico es que las oraciones voluntarias son aceptables en todo momento, a causa del significado general del verso en el cual Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado): 

“¡Oh, creyentes! Inclinaos y prosternaos [en oración], adorad a vuestro Señor y haced el bien para que triunféis” (al-Hách, 22:77). 

Y el significado general de las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que le había hecho un favor. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Pide”. Y él dijo: “Te pido estar en tu compañía en el Paraíso”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le preguntó: “¿Hay algo más?”. Y él respondió: “Eso es, solamente”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Entonces ayúdame a ayudarte, haciendo abundantes postraciones”. 

Basándonos en esto, el principio general acerca de las oraciones voluntarias es que están permitidas en todo momento, para quien está en su casa o está viajando, pero hay algunos momentos durante los cuales El Legislador no ha permitido la oración, y estos momentos son cinco…”. Fin de la cita de Ash-Shárh al-Mumti’, por el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él). 

En tercer lugar, varios eruditos hicieron excepciones para algunos tipos de oraciones voluntarias en tiempos en que la oración no es permisible. Estos momentos son: 

1 – Las dos rak’as que siguen a la circunvalación del Templo en La Meca. Esto es a causa del reporte narrado por At-Tirmidhi (868), An-Nasá'i (2924), Abu Dawud (1894), Ibn Máyah (1254), de Yubair ibn Mut’im, de acuerdo al cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¡Oh, Tribu de ‘Abd el-Manaf! No impidan a nadie circunvalar esta Casa ni rezar en cualquier momento que se quiera, del día o de la noche”. Este reporte fue clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih At-Tirmidi. 

2 – Repetir una oración en congregación. Si una persona ha ofrecido la oración obligatoria, y luego llega a una mezquita y encuentra a la congregación rezando, puede rezar con ellos, aún si eso es en un momento en que la oración no está permitida, y su oración con ellos cuenta como voluntaria. Esto es a causa del reporte compilado por At-Tirmidi (219) y An-Nasá'i (858) de Yazíd ibn al-Áswad al-‘Aamiri, quien dijo: “Yo estaba presente con el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) durante su peregrinación mayor, y recé la oración del alba con él en la mezquita de Al-Jaif. Entonces cuando él había terminado su oración y se estaba yendo, vio a dos hombres temblando, y les preguntó: “¿Qué les impidió rezar con nosotros?”. Ellos respondieron: “Oh, Mensajero de Dios, nosotros ya habíamos rezado en nuestro campamento”. Él les respondió: “No hagan eso. Si han rezado en su campamento y llegan a una oración comunitaria en la mezquita, recen con ellos, y contará como una oración voluntaria para ustedes”. Este reporte fue clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih At-Tirmidi. 

3 – La oración recomendable de la Tradición Profética que sigue a la oración obligatoria del mediodía, si uno está haciendo uso de la licencia del viajero y junta la oración del mediodía con la de la tarde. Esto es permisible después de la oración de la tarde. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se distrajo y no ofreció la oración voluntaria recomendable después de la obligatoria del mediodía, entonces la rezó después de su oración de la tarde. Al-Bujari (1233) y Muslim (834) compilaron un reporte en que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a Umm Salamah: “Oh, hija de Abu Umaiah, preguntaste acerca de (la oración de) las dos rak’as después de la oración de la tarde. Alguna gente de la tribu de Banu ‘Abd el-Qáis vino a verme, y me distrajeron de rezar las dos rak’as que vienen después de la oración del mediodía; éstas son… (es decir, ‘…las rezo ahora’)”. 

4 – Quien llega el viernes cuando el imam está dando su sermón; puede rezar dos rak’as breves, aún si es durante el tiempo en que el Sol está casi en el cenit. Esto es a causa del reporte compilado por Al-Bujari (931) y Muslim (875), de Yábir, quien dijo: “Un hombre llegó el viernes cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba dando el sermón. Le dijo: “¿Has rezado?”. Él dijo: “No”. Le respondió: “Ponte de pie y reza dos rak’as”. 

5 – La oración funeraria puede ser ofrecida durante los largos momentos en que la oración no es permisible, de acuerdo al consenso de los eruditos, es decir, después de la oración del alba hasta que salga el Sol, y después de la oración de la tarde hasta que el Sol se ponga. 

Ibn Qudamah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “La oración funeraria puede ser ofrecida. Con respecto a ofrecer la oración funeraria después de la oración del alba hasta que salga el Sol y después de la oración de la tarde hasta que el Sol se ponga, no hay diferencia de opinión entre los eruditos acerca de ello. Ibn Al-Mundhir dijo: “El consenso de los musulmanes es que la oración funeraria puede ser ofrecida después de la oración de la tarde y la oración del alba”. 

Con respecto a ofrecer la oración funeraria en los tres momentos mencionados en el reporte de ‘Uqbah ibn ‘Aamir, esto no es permisible. Esto fue mencionado por Al-Qadí y otros. Al-Azram dijo: “Le pregunté a Abu ‘Abd Allah sobre ofrecer la oración funeraria cuando el Sol apenas se está elevando. Él me respondió: “Sobre hacerla cuando el Sol justo se está elevando, no me gustaría eso”. Entonces citó el reporte de ‘Uqbah ibn ‘Aamir. 

Una opinión similar fue narrada de Yábir e Ibn ‘Umar. Esto fue citado por Málik en Al-Muwattá', de Ibn ‘Umar. Y Al-Jattábi dijo: “Este es el punto de vista de la mayoría de los eruditos”. 
Abu al-Jattáb dijo, narrando un reporte diferente de Áhmad, que ofrecer la oración funeraria es permisible en todos los momentos en que la oración no está permitida. Y este es el punto de vista del imam Ash-Sháfi’i, porque es una oración que está permitida después de la oración del alba y la oración de la tarde, por lo tanto está permitida en todo momento, como las oraciones obligatorias. 

Pero ‘Uqbah ibn ‘Amir dijo: “Hay tres momentos en los cuales el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos prohibió rezar o enterrar a nuestros muertos”. El hecho de que él mencione la oración junto con el entierro indica que a lo que se está refiriendo es a la oración funeraria, porque es una oración distinta de las oraciones obligatorias, por lo tanto no es permisible realizarla en estos tres momentos, como es el caso de las oraciones voluntarias en general. Más bien, está permitida después de la oración del alba y de la oración de la tarde, porque estos períodos pueden ser largos y esperar puede no ser conveniente, pero estos otros tres períodos son breves. Con respecto a las oraciones obligatorias, no pueden ser tomadas como analogía, porque realizarlas es un deber, y no es válido extraer una analogía entre estos tres momentos y los otros dos, a causa de que la prohibición en este caso (sobre los tres momentos) es más clara y son más breves, por lo tanto no hay temor por el fallecido en este caso. Más aún, está prohibido enterrar a los muertos durante ese tiempo, y cuando la oración se menciona junto con el entierro, esto significa la oración funeraria, a diferencia de los otros dos momentos”. Fin de la cita de Al-Mugni, 1/425. 

La redacción completa del reporte de ‘Uqbah ibn ‘Aamir (que Allah tenga misericordia de él) es: “Hay tres momentos en que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos prohibió rezar o enterrar a nuestros muertos: cuando el Sol comienza a salir hasta que está alto, cuando está directamente sobre nuestras cabezas al mediodía, y cuando ha comenzado a ponerse, hasta que se puso completamente”. Narrado por Muslim, 831. 

Cuarto, los juristas difirieron acerca de algunas oraciones voluntarias, sobre si es permisible o no hacerlas en un momento en que la oración no está permitida. Una de sus diferencias tiene que ver con las oraciones voluntarias que se hacen por una razón, tal como la de salutación a la mezquita (tahiyat al-másyid), y las oraciones recomendables de la Tradición Profética después de hacer la ablución menor. Algunos de ellos han dicho que es permisible hacerlas en momentos en que la oración no está permitida; este fue el punto de vista del Imam Ash-Sháfi’i (que Allah tenga misericordia de él), y fue el punto de vista favorecido por diversos eruditos, y es el punto de vista más correcto, en nuestra opinión. Y algunos de los eruditos no lo permitieron, y no diferenciaron entre las oraciones voluntarias en general y las oraciones voluntarias que son realizadas por una razón específica conocida en la Tradición Profética. 

Consulta también la respuesta a la pregunta No. 306

Y Allah sabe más.


 
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Pregunta:

¿Cuáles son las normas sobre rezar desde la casa siguiendo al imam que está rezando en la mezquita, cuando el minarete de la mezquita está cerca al techo de la casa?

Respuesta:

Alabado sea Dios

La oración ofrecida siguiendo al imam desde la casa no es válida.

No es válido rezar con el imam que está en la mezquita a menos que estés dentro de la mezquita, o que estés afuera pero continuando la línea de orantes, como cuando la mezquita se llena de orantes y algunos de ellos tienen que rezar extramuros. En ese caso la oración sí es válida.

 Pero con respecto a rezar fuera de la mezquita cuando hay suficiente espacio adentro, esta oración no es válida. El Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita fue consultado acerca de una persona que quería rezar la oración comunitaria en su casa, siguiendo lo que él podía oír por los altoparlantes de la mezquita, sin relación entre el imam y la persona que reza detrás de él, como sucede en La Meca o en Medina durante el tiempo de la peregrinación. 

Ellos respondieron: 

“Esta oración no es válida. Este es el punto de vista del imam Ash-Sháfi’i y también fue el punto de vista del Imam Áhmad, a menos que las filas se extiendan hacia el exterior y lleguen hasta su casa, y él pueda seguir al imam viéndolo y escuchando su voz, en cuyo caso sí sería válida, puesto que las filas de los orantes serían tantas que llegarían hasta su casa. Pero a menos que esta condición se cumpla, su oración no será válida, porque lo que el musulmán está obligado a hacer es ofrecer la oración en congregación en las casas de Dios (las mezquitas), con sus hermanos musulmanes. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien pueda oír el llamado a la oración y no venga, no hay oración para él, excepto que tenga una excusa”. Narrado por Ibn Máyah y al-Hákim; al-Háfiz dijo: “Su cadena de transmisión cumple las condiciones de los musulmanes”. Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo al hombre ciego que pidió rezar en su casa: “¿Puedes oír el llamado a la oración?”. Él respondió: “Sí”. El Profeta dijo: “Entonces respóndelo”. Narrado por Muslim en su Sahih.

Y Allah es la Fuente de toda fuerza”. 

Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 8/32.
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Pregunta:

Yo estoy confuso entre la forma que un Sunni reza y el modo que un Shi’ta reza. Mi padre es un Shi’ta y él me ha enseñado a rezar con mis manos a los lados, pero yo no sé la diferencia. ¿Por qué hay tal diferencia entre los dos? También, sería muy grato si me informara sobre cuál era el modo que era usado originalmente por el Profeta Muhammad.

Respuesta:

Alabado sea Allaah

1 – La diferencia entre los Shi’ah (Raafidis) y los Sunnis (Ahl al-Sunnah) es muy grande, por causa de la diferencia en las fuentes a las cuales cada grupo se refiere. Los Shi’ah cuentan con los libros y académicos que son inaceptables a los ojos de los Sunnis. 

Por ejemplo, después del Corán, los Sunnis confían en Sahih al-Bujari, pero los Shi’ah no lo consideran como referencia y no consideran su autor inaceptable. Ellos incluso se distinguen de nosotros con respecto a los Sahaabah. Los Shi’ah consideran a muchos de los Sahaabah como incrédulos. Algunos de ellos claman que el Corán que está en circulación entre los Sunis tiene algunas partes perdidas y fue alterado; aquellos que no dicen que el Corán perdió algunas partes y fue alterado dicen que es mal interpretado y rechazan la interpretación que fue narrada en los libros de Hadiz. 

Al-Sha’bi dice: Yo informé sobre algunos grupos perdidos, el peor de todos son los Raafidis. ‘Ali ibn Abi Taalib los expulsó de la tierra, y la prueba de eso es que las ideologías de los Raafidis son como las ideologías de los Judíos. 

Los Judíos dijeran que solamente un hombre de la familia de Dawud podría ser el líder, y los Raafidis dicen que solamente un hombre entre los descendentes de ‘Ali ibn Taalib podría ser el líder. 

Los Judíos dijeron que no puede haber lucha por la causa de Allaah hasta que el Dayyaal ( “Anticristo”) aparezca y alguna ayuda venga de los cielos, y los Raafidis dicen que no puede haber lucha por la causa de Allaah hasta que el Mahdi aparezca y una voz llame de los cielos. 

Los judíos postergan los rezas de la noche hasta que las estrellas aparezcan, y los Raafidis hacen lo mismo. De acuerdo con un Hadiz narrado del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él): “Mis ummah continuará apegada a la fitrah (disposición natural del hombre) mientras no posterguen la oración del Maghrib hasta que las estrellas aparezcan.” (Abu Dawud, 418; Ibn Maayah, 689, considerado sahih por al-Albaani en Sahih Abi Dawud, 444). 

Los Judíos cambiaran ligeramente su dirección al rezar, como los Raafidis.
Los Judíos se curvan para tras y adelante en las oraciones, como hacen los Raafidis.
Los Judíos consideran como permitido derramar la sangre de todos los musulmanes, como los Raafidis.
Los Judíos no respectan ningún ‘iddah (período de espera) cuando una mujer se divorcia o enviuda, y lo mismo hacen los Raafidis.
Los Judíos rechazan la idea del talaaq (divorcio) por tres veces, como los Raafidis.
Los Judíos han alterado la Tora (Torah), así como los Raafidis han alterado el Corán.
Los Judíos rechazan al ángel Gabriel y dicen: “Él es nuestro enemigo entre los ángeles”. Algunos de los Raafidis hacen el mismo y dicen que él cometió un error dando la Revelación a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Al-Sunnah por al-Jal-laal, 3/497-498. 

Esos son algunos de los desvíos y mitos de los Shi’ah. Por lo tanto, no es sorpresa que ellos pongan sus brazos en sus lados cuando rezan, lo que es claramente contrario a la Sunnah auténtica.

Con respecto a la evidencia de poner la mano derecha arriba de la izquierda cuando se reza, hay una gran señal de tal evidencia. Por ejemplo:

Fue narrado que Sahl ibn Sa’d dice: Fue ordenado a las personas poner la mano derecha sobre el antebrazo izquierdo cuando estuvieran rezando.  

Abu Haazim dice: Yo solo sé que eso es atribuido al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él). (narrado por al-Bujari, 707). 

“[El profeta] (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con el) solía poner su mano derecha sobre su mano izquierda.” (Narrado por Muslim, 401).

El Mensajero de Allaah (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él) pasó ante un hombre que estaba rezando y tenía puesta su mano izquierda sobre su mano derecha. Él agarró sus manos y colocó su mano derecha sobre su izquierda”. (Ahmad, no. 12671)

Eso fue narrado por Waa’il ibn Hayar que él vio al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él) levantar sus manos cuando empezaba a rezar y decir el Takbir, y de acuerdo con Hammaam él levantaba sus manos al nivel de sus orejas. Entonces envolvía sus manos en una prenda de ropa, colocando su mano derecha sobre su izquierda. Cuando quería curvarse en el ruku’ sacaba para bajo la prenda de ropa, levantaba las manos, decía el Takbir y se curvaba. Cuando él decía “Sami’a Allaah liman hamidah,” levantaba sus manos y cuando se prostraba lo hacia entre sus dos manos.” (Narrado por Muslim, 401).  

Fue narrado que Ibn ‘Abbaas (que Allaah tenga misericordia con él) dijo: “El mensajero de Allaah (que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él) dijo: “Nosotros los profetas fuimos ordenados aumentar los intervalos de nuestros ayuno y a postergar nuestro suhur, y poner la mano derecha sobre nuestra mano izquierda durante la oración”. (Narrado por Ibn Hibbaan, 3/13. Este Hadiz fue clasificado como sahih por Sheik al-Albaani en Sifat al-Salaah, p. 87)/ 

Ibn Hayar dijo:

Ibn ‘Abd al-Barr dice: No hay ningún informe distinto narrado del Profeta (Que la paz y las bendiciones de Allaah sean con él), y ese es el punto de vista de la mayor parte de los Sahaabah y Taabi’in. Eso es lo que fue mencionado por Maalik en al-Muwarra’, e Ibn al-Mundhir y otros no narraran nada distinto de Maalik. Ibn al-Qaasim narró que Maalik había dicho que los brazos deberían ser puestos en los lados y la mayor parte de sus compañeros le seguían. Fue narrado también que él dijo que había una diferencia entre las oraciones obligatorias y las voluntarias. Algunos de ellos consideraban eso como makruh. Ibn al-Haayib narró que eso significa makruh cuando alguien hace eso con el propósito de descansar las manos.”

 Fath al-Baari, 2/224.

Y Allaah sabe mejor.
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Pregunta:

¿Será recompensado el musulmán por escuchar atentamente el sermón del viernes?

Respuesta:

Alabado sea Dios

Escuchar atentamente al imam en la oración del viernes es una obligación, y no es permisible para el musulmán descuidarla ni permanecer inquieto, conversar ni ignorar el sermón. Se han narrado los siguientes reportes acerca de las virtudes de escuchar atentamente el sermón del viernes: 

1 – La expiación de los pecados cometidos entre ese viernes y el viernes anterior.
Se narró de Abu Hurairah que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se bañe y luego concurra a la oración de viernes, rece lo que Dios decrete para él, luego escuche atentamente el sermón hasta que haya terminado, y luego rece detrás con él (el imam), le serán perdonados sus pecados entre ese viernes y el siguiente, y tres días más”. Narrado por Muslim, 857; un reporte similar fue narrado de Salman al-Farsí por al-Bujari, 883. 

2 – Por cada paso que dé hacia la mezquita, le será registrada una recompensa como si hubiera rezado y ayunado por la noche durante un año.

Se narró de Aws ibn Aws az-Zaqafi que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se bañe para el viernes, salga temprano, y llegue temprano y se siente, esté presente al comienzo del sermón y cerca del imam y lo escuche atentamente, por cada paso que de obtendrá la recompensa de ayunar y rezar por la noche durante un año”. Narrado por at-Tirmidi, 496, quien dijo: “Es un reporte bueno”. Fue clasificado como auténtico por al-Baihaqi en Sunan al-Kubra (3/227) y por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi. 

3 – La recompensa de asistir el viernes a la oración comunitaria depende de escuchar atentamente.
Se narró de Abu Hurairah que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si le dices a tu compañero “escucha atentamente” durante el viernes, cuando el imam está impartiendo su sermón, entonces te has involucrado en charlas ociosas”. Narrado por al-Bujari (934) y Muslim (851). 

4 – Quien escucha atentamente obtendrá dos kafl de recompensa.
‘Ali ibn Abi Tálib ofreció un sermón en Kufah y dijo: 
“Si un hombre se sienta en un lugar donde pueda oír y ver (al imam), y escucha atentamente y no se involucra en charlas ociosas ni se distrae, obtendrá dos recompensas. Si se queda lejos y se sienta en un lugar donde no pueda escuchar pero intenta hacerlo atentamente y no se involucra en conversaciones ociosas ni se distrae, obtendrá una recompensa. Si se sienta en un lugar donde puede oír y ver pero conversa o se distrae y no escucha atentamente, entonces obtendrá una parte del pecado”. 

Y al final del sermón dijo: “Oí al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir eso”. Narrado por Abu Dawud (1051) y clasificado como débil por al-Albani. Un reporte similar fue narrado de Abu Umámah en un reporte marfu’, en al-Mu’yám al-Kabir (8/165), y en un reporte mursal de Iahia ibn Abi Kazír en Musánnaf ‘Abd er-Razzáq, 3/223. 

Consulta las normas sobre escuchar atentamente el sermón de la oración del viernes en la respuesta a la pregunta No. 45651

Y Allah sabe más.
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Pregunta:

¿Debo cancelar el contrato que hice con el propietario de la granja, porque no hay mezquitas por la zona? ¿O debo volver al trabajo, y quedaré libre de pecado?

Respuesta:

Alabado sea Dios.

No debes cancelar tu contrato, y puedes quedarte en la granja. Esto es un trabajo permisible, en tanto estés haciendo un trabajo aceptable y ganando dinero lícito. Alabado sea Dios, glorificado y exaltado sea, ofrece las oraciones a tiempo, haz el primer y segundo llamado a la oración (adzán e iqámah), mantén tu compromiso religioso, el buen humor, aún si estás solo. Alabado sea Dios. Fin de la cita. 
Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz (que Allah tenga misericordia de él).
Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb, 2/989
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Prigunta:
¿En qué momento debemos comenzar a rezar la oración Taraawih? ¿Es en la noche del primer día del Ramadán (cuando se observa la luna o el mes anterior está completo) o después de la oración ‘Isha’, el primer día del Ramadán?

Respuesta:

Alabado sea Allah.

Está prescripto que los musulmanes realicen la oración Taraawih después del ‘Isha’ durante la primera noche de Ramadán, que es la noche en la que se observa la luna nueva, o en la que los musulmanes completan los treinta días de Sha’baan.

De igual manera, al finalizar Ramadán, no debe ofrecerse la oración Taraawih si se prueba que el mes ha terminado, ya sea observando la luna del Eid o si se ha completado el mes de treinta días.

Está claro que la oración Taraawih no está relacionada con el ayuno durante el día en el Ramadán, más bien se relaciona con el principio del mes, la noche de su comienzo, y el último día del Ramadán, al final.

No podemos decir que la oración Taraawih es una oración voluntaria (naafil) y está permitido ofrecerla cualquier noche y en congregación, porque la oración Taraawih está limitada al mes de Ramadán, y aquellos que la realizan están buscando la recompensa que trae el hecho de realizarla en ese mes. Las reglas sobre el ofrecimiento de esta oración en congregación son diferentes a las que rigen el rezo de cualquier otra oración en congregación. Durante Ramadán está permitido rezar la oración Taraawih en congregación cada noche, cuando se anuncia y se alienta a los demás para que se unan, de manera contraria al qiyaam, ya que el rezar el qiyaam en congregación no es parte de la Sunnah salvo que se realice sin haber tenido la intención de antemano, o que se haga con el propósito de alentar e instruir a los demás. Por lo tanto es Sunnah hacerlo a veces, sin comprometerse ha realizarlo siempre, o persistir en ello.

El Sheij Muhammad ibn al-Saalih al-‘Uzaymin (que la misericordia de Allah descienda sobre él) dijo:

La oración Taraawih en momentos fuera de Ramadán es una innovación (bid’ah). Por ejemplo, si las personas quieren reunirse a rezar el qiyaam en congregación en la mezquita cuando no es Ramadán, ésto sería una innovación.

No hay nada de malo en que una persona ore en congregación en su casa y ocasionalmente fuera de Ramadán, porque ésto es lo que el Profeta (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) hacía. Una vez condujo a Ibn ‘Abbaas, y otra vez a Ibn Mas’ud, otra vez a Hudhayfah ibn al-Yamaan, a rezar a su casa, pero no lo adoptó como Sunnah regular y no lo hacía en la mezquita.

Al-Sharh al-Mumti’, 4/60, 61

Basados en ésto, quien ofrezca la oración Taraawih antes de que esté confirmado que ha comenzado el Ramadán, es como aquel que ofrece su oración en el momento equivocado. No se escribirá ninguna recompensa para él, aún si está libre de pecado del hacerlo deliberadamente.

Y Allah sabe mejor.
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mezquita de Granada
Imam: Shej Muhammad Al Kassbi

¡Musulmanes! Os encomiendo que tengáis taqwa de Allah, acatando y cumpliendo lo que Allah os ha ordenado, y evitando y alejándoos de lo que El os ha prohibido. Sabed que los actos más amados por Allah son el cumplimiento de las obligaciones que El Mismo nos ha impuesto.

Éste es el primer paso en el sendero que lleva hacia la amistad íntima con Allah (Wilaya), gloria a El, y a Su amor; y éste, es el primer paso para fortalecerse y estar protegido del Shaytán, maldito y lapidado, y de todos los enemigos de Allah y de Su Din.

Relato Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que el Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, citando las Palabras de su Señor, el Poseedor de Majestad y de Gloria, en un hadiz Qudsi (el Creador hablando por boca de Su Mensajero), dijo: “A quien se enemista con uno de Mis amigos, Yo le declaro la guerra. Un siervo no se acerca a Mi con nada que sea más querido para Mi que aquello que Yo le he hecho obligatorio…”. (el Hadiz es muy conocido, lo relató Abu Huraira y lo transmitió el Imam al Bujari)

Por consiguiente, el empeño en cumplir lo obligatorio -y en dejar los actos de desobediencia y de trasgresión- es la protección que guarda al musulmán de todo intento de perjudicarle por parte de quienes quieran causarle daño en su Din o en su bienestar físico en este mundo.

Y de todas las acciones que acercan a Allah, Todopoderoso, el Salat es la principal.

El Salat une, vincula, al siervo con su Señor; y es la frescura y el descanso, -el disfrute- del creyente. El Salat es el refugio del musulmán.

Dice Allah en Su Libro: “Buscad ayuda en la paciencia y en el Salat”. (Surat ‘al-Báqara’, 46) “y esto es difícil y penoso, excepto para los humildes que confían encontrarse con su Señor”. El Salat es, también, el medio para levantar las aflicciones o apartar las desgracias.

En el hadiz transmitido por el Imam Bujari se relata que el Profeta Ibrahim al-Jalil, la paz con él, estaba un día con su esposa Sara, que Allah esté complacido con ella, de viaje; y llegaron a un país gobernado por un tirano. Se presentaron ante el rey déspota un grupo de sus cercanos y le dijeron: “Hay aquí un hombre con una esposa bellísima, y esa mujer, en realidad, te correspondería a ti”.

El tirano envió un ejército a encontrarse con Ibrahim, la paz con él, y le preguntó: “¿Quién es esa mujer que te acompaña?” Ibrahim comprendió que no tenía poder para hacer frente a la fuerza del rey tirano y que, si declaraba que era su esposa, lo matarían. Les dijo: “Es mi hermana”, y después se dirigió a Sara, y le dijo: “Sara, no hay sobre la faz de la Tierra, más creyentes que tú y yo. Éstos me han preguntado acerca de ti y les he dicho que eras mi hermana. Así pues, no me contradigas”. El tirano mandó que se la llevaran y apareció Sara ante el rey. Cuando ella entró, la recibió amablemente, y al intentar poner su mano sobre ella, su mano se paralizó. El hombre quedó muy asustado, y dijo: “Pide a Allah por mí, y yo no te haré daño”. Ella rogó a Allah que lo curara de la parálisis, y el rey recuperó el movimiento de la mano. Entonces, el shaytán, maldito y lapidado, le susurró, y volvió a intentar acercarse a ella, entonces ella imploró a Allah contra él, y volvió a quedarse paralizado, igual que la primera vez, o aún más.

Cuando el rey se dio cuenta de que no tenía poder sobre ella se quedó atemorizado, y dijo: “Pídele a Allah por mí y no te haré daño”. De nuevo, volvió a suplicar a Allah
–gloria a El- y Allah le devolvió el movimiento de la mano, pero quedó atemorizado y temeroso de ella. Mandó entonces el rey llamar a varios de sus cortesanos más próximos, y dijo: “No me habéis traído a una criatura humana, me habéis traído a un demonio”.

Entonces, la mando salir de su palacio, y le entregó una esclava que se llamaba Hayar (Agar). Salió Sara al encuentro de su esposo, y cuando llegó a donde estaba, lo encontró haciendo el Salat. Implorando y suplicando a Allah con humildad. Cuando notó que había llegado, le hizo un gesto con su mano preguntando, ¿qué había ocurrido?, y ella dijo: “Allah ha vuelto la maquinación del rey contra sí mismo, y me ha dado a Hayar como sirviente”. (Hadiz recopilado por Imam Bujari)

Ésta es la prueba de que, ante la incapacidad de hacer frente a la amenaza y al peligro que le acechaba, Ibrahim, sobre él la paz, se entregó al Salat, buscando la asistencia y ayuda Divinas.

Zakariyya, la paz con él, cuando llegó a una edad muy avanzada sin tener hijos, y quiso pedir a Allah, Enaltecido, que le diera un hijo que pudiera heredar de él, se entregó a la oración, pidiendo a Allah, gloria a El, la satisfacción de su necesidad.

Dice Allah, el Altísimo: “Los ángeles le llamaron mientras estaba en pie, haciendo el Salat en el mihrab, para decirle: Allah te anuncia la buena noticia (del nacimiento de tu hijo) Yahya”. (Sura ‘Ali Imrán’, 39)

El Profeta Muhammad, Paz y bendiciones de Allah con él, cuando le angustiaba cualquier asunto se dirigía al Salat, y decía: “Danos el descanso con ella, Bilal”, refiriéndose al Salat, pues Bilal, que Allah esté complacido con él, al llamar al adhan, refrescaba y traía el descanso y la delicia del Salat.

Pues Allah, Enaltecido y Excelso, le ordenó hacerlo así. Cuando dijo: “Y sabemos que tu pecho se estrecha por lo que ellos dicen, así pues glorifica a tu Señor con la alabanza y sé de los que se postran”. (Surat ‘Al Hiyr’, 97)

El Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él, siempre que las cosas se le ponían difíciles y le angustiaban, ponía en práctica la recomendación recibida de su Señor.

Decía Ali, que Allah esté complacido con él: “Cuando miré, ví como estábamos la noche de Badr, y estábamos todos dormidos excepto el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él, que estaba haciendo el Salat y suplicando, hasta el amanecer”. [Ya hayu ya qayum bi rahmatika nastaghiz.]

Decía Hudaifa, que Allah esté complacido con él: “Regresé a la presencia del Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él, la noche de las delegaciones, y estaba envuelto en su manto y haciendo el Salat, siempre que un asunto le preocupaba o le sobreponía, oraba”. Y era una noche de frío, hambre y agotamiento, después de un mes de asedio y de cavar el foso.

Así es como las manifestaciones de la misericordia Divina (Raimahat), se imploran a Allah con las súplicas y el Salat (Salawat). Para los musulmanes de las primeras generaciones era como un arma en las manos del soldado.

Cada vez que sentían peligro, se dirigían a su arma para protegerse, a sí mismos o a quién tuvieran que guardar.

Se presentó un hombre ante Zabit al Bunani, de la segunda generación de los Seguidores –Tabi’in- del Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él) pidiéndole ayuda para lograr una audiencia con uno de los poderosos. Zabit, que Allah tenga misericordia con él, se puso en camino con el hombre, y cada vez que pasaban por una mezquita se bajaba de su montura y hacía dos rakaats y así llegó ante la presencia del hombre que querían ver. Le expuso el caso y él, inmediatamente, concedió lo que se le había pedido.

Zabit, que Allah esté complacido con él, miró a su compañero, y le dijo: “Puede que parar en todas las mezquitas y mi oración en ellas te haya resultado penoso y molesto”. Le respondió éste: “Cierto”. Dijo Zabit: “No he realizado un Salat sin pedir a Allah en él que te hiciera conseguir la necesidad que tenías, y ahí la tienes. Tu necesidad ha quedado satisfecha”.

A Allah, Enaltecido y Glorioso, Le pedimos que satisfaga nuestras necesidades y nos libre de las cosas que nos angustian y las desgracias que padezcamos, y que nos haga ser de aquéllos que se vuelven a El, a suplicar Su ayuda; y nos haga ser de los que se refugian en Su misericordia, tanto en tiempos de amplitud como en los de estrechez. El es digno y merecedor de ello y El es Capaz de concederlo.

* * * * * * *

Alhamdulillah.
¡Musulmanes!, el volverse humildemente a Allah para suplicarle Su ayuda y dirigirse al Salat, es el ejemplo y el modelo de los imams, de los mejores y más nobles de los musulmanes en toda época y en todo país.

Cada vez que se sentían acosados por el enemigo, cada vez que la ayuda y la victoria se retrasaban, cada vez que las cosas se volvían angustiosas y graves… se volvían al Salat.

Quizá sea ésa, una de las razones por las que se estableció en la Sharia, el Salat conocido como ‘Salat al-jauf’ (la oración del estado de ‘temor’). Una oración en tiempos de yihad (esfuerzo), para que para que los musulmanes permanezcan siempre vinculados y ligados por medio del Salat a la súplica de ayuda y la petición del apoyo, procedentes de Allah, gloria a El.

Salahuddín al Ayubi, que Allah lo cubra con Su misericordia, el gobernante recto, el imam de los muyahidín, cuando repasamos su biografía, nos encontramos con la gran importancia que le daba al Salat, a la recitación del Corán Generoso, y al Dhikr (Recuerdo e invocación) de Allah. Y cuán a menudo, se volvía a ellos en las situaciones de peligro.

Era Salahudín muy meticuloso, y muy celoso de hacer su Salat siempre en yama’a (en congregación). Se cuenta que pasaron varios años sin que nunca dejara de hacer la oración en yama’a. Cuando caía enfermo, mandaba llamar al imam para que rezara al frente de su Salat, y se esforzaba todo cuanto le fuera posible por permanecer en pie, detrás del imam; y era muy constante en realizar las sunnas (rawatib), las oraciones voluntarias que se realizan antes y después de las obligatorias. Tenía Salahudín, la práctica regular de hacer rakaats durante la noche, y, si se le presentaba algún impedimento, hacia esos rakaats antes del Fayr (Salat del amanecer).

¡Tened taqwa de Allah, musulmanes! Tened expectativas altas de la ayuda de Allah para Sus siervos creyentes. El poder es de Allah, y la victoria es siempre de Allah, gloria a El.

Por mucho que lo falso sea poderoso y opresor, no perdura. La Verdad, sin embargo, perdura y prevalece. Pero es preciso cumplir, hacer y obrar rectamente, para poder ser merecedores de la ayuda Divina, y de la victoria procedente de El. Es preciso seguir a los hombres de conocimiento, gastar los ricos en los pobres y restablecer todas las prácticas de adoración en su mejor forma. Nos es necesario unir fuerzas, evitar las disputas, los enfrentamientos y las divisiones; y confiar, con sinceridad verdadera, en Allah.

Que Allah bendiga a Su Siervo y Mensajero Muhammad. Y a su familia, y sus nobles compañeros y a todos cuantos les siguen con sinceridad hasta el Último Día.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín.
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