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Mezquita deGranada
Imam:Shaij Muhammad Al-Kassbi


Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que la Taqwa conduce al siervo al éxito en esta vida y en la próxima.
Sabed que Allah, tabaraka wa ta’ala, ha establecido que la vida de dunia sea una vida de acción, prueba y responsabilidad, y la vida de ájira una vida de recompensa, deleite o castigo. Ha abierto ante Sus siervos las puertas del bien que conducen a las estaciones más elevadas del Jardín.
Ha establecido que anhelar el bien, competir en el bien, apresurarse en hacer el bien sea una de las cualidades de los que tienen Taqwa. Dice Allah: “Acudid prestos hacia un perdón de vuestro Señor y a un Jardín cuyo ancho son los cielos y la Tierra, preparado para los temerosos (de Allah)” (Ali ‘Imran, 133).
Y dice Allah en otra aleya: “¡Que en ello pongan su anhelo los que anhelan!” (Mutafifun, 22).
Nuestro Mensajero, al que Allah colme con las mejores de las bendiciones, educó a sus Compañeros en que se apresuraran y rivalizaran entre ellos por el bien; como por ejemplo en la búsqueda del conocimiento y en su transmisión, en el recuerdo de Allah y en el salat, en la sadaqa y la generosidad, en el ayuno y la escrupulosidad, en la súplica y la sinceridad, en arreglar los enfrentamientos que existen entre los hombres, en la llamada a la oración, en llenar la primera fila del salat, en apresurarse para llegar con tiempo a la oración.
Dijo SAWS: “Si la gente supiera lo que hay en la llamada (a la Oración) y en la primera fila (de la Oración) y no encontraran otra forma que echarlo a suertes, lo echarían a suertes; y si supieran lo que hay en At-Tahyir (la oración de Dhuhr), competirían en llegar a ella, y si supieran lo que hay en Al-´Atamah* (‘Ishá) y Subh irían a ellas aunque fuera a gatas” (Rawahul Bujari wa Muslin ‘an Abi Hurairah). 
Los Compañeros del Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, competían y rivalizaban entre ellos a la hora de hacer el bien. ‘Umar, que Allah esté complacido con él, dijo: “El Mensajero nos ordenó que diéramos sadaqa, y coincidió eso con un momento en el que tenía dinero, y me dije: ‘Hoy ganaré a Abu Bakr si le puedo ganar algún día’. Y entonces acudí al Mensajero a darle la mitad de mi dinero, de mi riqueza, y me dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: ‘¿Cuánto has dejado para tu familia?’. Dije: ‘Lo mismo que te he entregado’. Luego llegó a Abu Bakr, que Allah esté complacido con él, con todo lo que tenía, y le preguntó el Mensajero: ‘¿Oh Abu Bakr, qué has dejado para tu familia?’. Dijo: ‘Les he dejado a Allah y a Su Mensajero’. Y dije (dijo Umar): ‘Jamás podré vencerte en nada” (Rawahu Tirmidhi).
Los Compañeros del Mensajero querían, tenían el anhelo de entrar por todas las puertas del bien posibles, ninguno deseaba retrasarse de su compañeros en hacer el bien.
Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, dijo: “Fueron algunos pobres al Mensajero, y dijeron: ‘La gente de riqueza obtienen el grado más elevado y el deleite infinito. Hacen el salat como lo hacemos nosotros, ayunan como ayunamos y además tienen el bien de la riqueza, que lo usan para hacer el Hayy, para hacer Umrah, para el yihad y para la sadaqa”. Dijo SAWS: ‘¿No queréis que os hable de algo que si lo hacéis estaríais igualando a los que os preceden, que nadie después de vosotros os alcanzará y que seréis los mejores con los que se pueda convivir excepto los que hagan lo mismo que vosotros? Haced tasbih, tahmid, y takbir después de cada salat 33 veces”. Volvieron después de un tiempo los mismos pobres a ver al Mensajero y le dijeron: ‘La gente de riqueza ha escuchado lo que hacemos y ahora hacen lo mismo’. Dijo entonces el Mensajero: ‘Ese es el bien de Allah, que entrega a quien quiere” (Rawahul Bujari). 
Pedimos a Allah que nos entregue Su bien y Su favor y que nos haga ser de los que se adelantan en el bien.
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Musulmanes, cuando la competición o la rivalidad es por asuntos de dunia y sus deleites pasajeros, entonces se convierte en algo denigrante y en un asunto que trata de complacer al nafs para sentirse orgulloso de uno mismo y mirarse a uno mismo con ojos de perfección.
Esto lleva también a ver a la persona contra la que estas compitiendo con odio, rencor y envidia. Nuestro Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, dijo: “Es suficiente mal para la persona que odie a su hermano musulmán” (Rawahu Muslim ‘an Abi Hurairah).
Este tipo de rivalidad perversa conduce a la envidia, el odio, la enemistad. Corrompe los vínculos de hermandad, ayuda y colaboración. Por todo esto, nuestro noble Mensajero nos advierte de rivalizar y competir por los asuntos de dunia. Dijo: “No os envidiéis, no os engañéis, no os enfadéis y no os deis la espalda, que nadie intente vender la venta del otro y sed, siervos de Allah, hermanos” (Rawahu Muslim).
Los fines de la rivalidad en asuntos de este mundo son perversos y peligrosos, y conducen a la perdición y el extravío en esta vida y en la próxima. El Libro de Allah nos narra la historia de dos de los hijos de Adam y como uno de ellos terminó asesinando a su hermano; la razón de que esto ocurriera fue la competencia perversa.
Competir únicamente por dunia es lo que conduce a los seres humanos a la perdición absoluta.
Abu 'Ubaida volvió con riqueza de Al-Bahrain y los Ansar oyeron de su llegada cuando se disponían a hacer el salat de Subh con el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz. Y cuando hubo terminado de dirigirles el salat de Fayr, se apartó para irse, y entonces se presentaron ante él. El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, se sonrió al verlos y dijo: "Creo que habéis oído que Abu 'Ubaida ha venido con algo". Dijeron: “Sí, Mensajero de Allah”. Dijo: "Regocijaos y aguardad lo que os alegra, que por Allah que no es la pobreza lo que temo para vosotros, sino que lo que temo para vosotros es que dunia (este mundo) se despliegue ante vosotros como se desplegó ante los que hubo antes que vosotros y compitáis como compitieron y os destruya como los destruyó” (Rawahul Bujari wa Muslim ‘an ‘Amr Ibn ‘Auf).
Al Hasan Al Basri, que Allah esté complacido con él, dijo: “Quien compita contigo en tu din, compite con él, y quien compita contigo en tu dunia, déjale solo en su competición”.
Tened temor de Allah, siervos Suyos, elevad vuestros anhelos y expectativas, competid en los asuntos elevados y alejaos de la rivalidad por los asuntos carentes de valor de este mundo.

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