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Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi



Alhamdulillah

Musulmanes,os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, a que Le obedezcáis, a que os aferréis a Su recuerdo y a que tengáis buen trato con Sus siervos.

Sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que Allah no ha creado al ser humano sin una misión, no lo ha dejado a su libre albedrío sin ningún tipo de guía, sino que ciertamente lo ha creado para que proclame Su unicidad, para que le obedezca y para que no asocie nada con Él ni contradiga Su mandato.

Ha creado junto a Él el Jardín, el Yannah rodeado de cosas amargas, que con aquel de sus siervos con el que tiene misericordia le abre sus puertas. Y ha creado el Fuego rodeado de asuntos apetecibles y dulces, con el que castiga a quien quiere de sus siervos.

Ha hecho descender Sus libros y ha enviado a Sus mensajeros, para que indiquen e iluminen el camino del Jardín, conduzcan y animen a la gente hacia esta senda. Les informan también del camino del Fuego y les advierten de caer en tan denigrante senda.

Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, en lo transmitido de Su Señor, en un hadiz Qudsi: “Preparé para mis siervos Rectos lo que no han visto ojos, lo que no han escuchado oídos y no se ha mostrado a corazón de persona alguna”. Luego recitó: “Nadie sabe la frescura de ojos que les espera como recompensa por lo que hicieron”. (rawahu al bujari wa muslim an abi huraira)

Y dijo el Mensajero, al que Allah colme con las mejores bendiciones: “Ciertamente, el grado más cercano (más bajo) del Jardín para uno de vosotros es que le digan, ‘anhela (pide)’ y él lo anhelará y lo anhelará, y le dirán, ‘¿lo has anhelado?’ y dirá, ‘sí’. Y entonces le dirán, ‘tienes lo que has anhelado y el doble de su valor’”.

Harim Ibn Hayan uno de los grandes tabi’in dijo: “Me extraña cómo aquellos que anhelan el Jardín se duermen y despistan en buscarlo. Al igual que me extraña del Fuego, cómo se despista y se duerme el que lo quiere evitar”.

Ciertamente, el paso por este mundo es leve, tiene poco significado, no es más que un puente, un estado. Uno de los signos que muestran que dunia pertenece a Allah y que no puede ser el único anhelo del ser humano, fueron las palabras del Mensajero de Allah: “Los más beneficiados en dunia serán la mayoría de los habitantes del Fuego en el Día del levantamiento. Serán introducidos en el fuego un instante y luego se les dirá: ‘Oh hijo de Adam: ¿has visto alguna vez un bien?, ¿acaso se te ha entregado un don alguna vez? Y dirá: ‘No por Allah, oh Señor mío’. Se traerá a la gente que más ha padecido en dunia y en su mayoría serán los moradores del Jardín, se les introducirá un instante en el Jardín y luego les dirán: ‘Oh hijo de Adam: ‘Has visto alguna vez la angustia?, ¿has padecido alguna vez la dificultad? Y dirá: ‘no, por Allah que no, señor Mío, no me ha alcanzado jamás la angustia y no he padecido jamás la dificultad”. (rawahu Muslim an Anas)

Tened temor de Allah siervos suyos, preocupaos y ocupaos de lo que tiene valor para la próxima más que de aquello que es perecedero y tiene final.



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Musulmanes, todo creyente ha de ser consciente de que nadie está libre de sufrir dificultades a lo largo de su vida. Pero lo que nadie puede olvidar es que estas dificultades, esta estrechez proviene de Allah, y que cuanto más se sufra en esta vida más elevará el grado Allah en la próxima.

Dijo el Mensajero de Allah, al que Allah colme de bendiciones: “Dunia es la prisión del Creyente y el Jardín del Kafir”. (Rawahu Muslim an Abi Huraira)

El mundo de Dunia, cuántos más grandes son sus maravillas, cuanto más agradables son sus días, más se estrecha la prisión para el creyente, pues él está deseando, está anhelando y buscando un regalo más importante y grande. Es una prisión para él externamente ya que lo que desea es el éxito final.

En cambio para el Kafir, Dunia es su jardín, pues disfruta de los dones que recibe en dunia y ésto hace que se olvide del Ajira, si muere, no encontrará ante si más que el Fuego.

El creyente cuyo corazón está vinculado con el Ajira, a pesar de que los dones que se le entreguen en dunia sean grandes y aparentes, no se deja embaucar por ellos y no les presta más atención que la debida. Pues es conscientes de que estos dones no tienen ningún valor cuando recuerda lo que Allah ha prometido a sus siervos sinceros y creyentes.

Parte del significado de este hadiz, en el cual el Mensajero menciona que dunia es una cárcel para el creyente, es porque el creyente no puede sobrepasar los limites de lo permitido por la sharia, los limites de lo que es halal, y se preocupa toda su vida de cumplir con sus obligaciones, no le está permito dejarlas ni ser negligente con ellas en ningún momento. Al contrario ocurre con el Kafir, ya que él no tienen ningún límite, no tiene obligaciones que cumplir más que aquellas impuestas por la sociedad en la que vive.

En este noble hadiz encontramos también una exhortación a la paciencia y perseverancia, pues se informa al creyente de que será puesto a prueba a lo largo de la vida y esto hará que en ocasiones sienta dureza, enfermedad, angustia, pobreza, desesperación… Pero en ese momento es consciente de que la vida de dunia es la cárcel del creyente y que no tendrá descanso más que en el Jardín.

En cambio, en la próxima vida, en el Jardín existente junto a Allah taala, es cuando se disfrutan los dones, cuando se saborea la bendiciones de Allah que son infinitas, que no tienen final.

Se ha transmitido que un kafir se quejaba de la estrechez y la dificultad en la que vivía, pasó junto a él uno de los musulmanes rico, poseedor de fortuna, al que rodeaban sus sirvientes. El kafir llamó a este noble musulmán y le dijo: “Oh fulano, he escuchado que vuestro Mensajero dijo: ‘Dunia es la cárcel del creyente y el paraíso del kafir’. ‘¿Acaso ves que tú estas en una cárcel y yo en un paraíso?’ Dijo: ‘Sí dunia es la cárcel del creyente por lo que espera del Ajira, los dones que espera en ella que ojos no han visto, oídos no han escuchado y corazón humano no ha percibido. Y es el jardín del kafir por el castigo y opresión que recibirá en el fuego en la próxima vida”. Este kafir reflexionó sobre estas palabras y dijo: “No debo tirar mi dunia y mi Ajira, y aceptó el Islam”.

¡Oh Allah, haznos estar preparados para Tu encuentro, haz que las dificultades de este mundo eleven nuestro grado y estación en el próximo, y haz, oh Allah, Tu que todo lo puedes y todo lo das, que este mundo de dunia sea nuestra cárcel y tu Jardín, nuestro paraíso!.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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