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Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi



Alhamdulillah

Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, pues ciertamente quien tiene taqwa se salva, y quien camina siguiendo su senda se libra.

Ha transmitido el Imam Muslim, de Abu Huraira, que Allah esté complacido con ambos, que el Mensajero al que Allah colme de bendiciones, dijo: “El creyente fuerte es mejor y más amado por Allah que el creyente débil. Y en ambos hay bien. Ocúpate con aquello que te beneficia, busca en Allah ayuda y no caigas en el desaliento, y si algo (que detestas) te sucede no digas: 'si hubiera hecho tal cosa habría ocurrido tal otra’ Di: ‘Allah decretó y lo que Él quiso es lo que ha ocurrido’. La palabra ‘si hubiera…’ abre la puerta a la acción de Shaytán”.

Musulmanes, ciertamente uno de las atributos bellos y hermosos, un atributo que es obligatorio de creer en Allah subahanhau wa taala, es el atributo del Amor. Es un atributo de Allah que también se aplica a algunas de sus criaturas, pero que no alcanzan el mismo grado ni el mismo nivel. Este atributo se aplica también a asuntos que Allah ama como la generosidad, la nobleza, etc., y también es aplicable a aquellos que ponen en práctica los asuntos que Allah ama.

Es un atributo que se encuentra bajo su deseo y voluntad, ama a quien quiere y pone su amor en los asuntos que quiere. El amor de Allah hacia sus criaturas tiene diferentes grados, diferentes estados.

El creyente fuerte es más amado por Allah que el creyente débil, por eso Allah nos exhorta a poner en práctica los asuntos que nos hagan ser poseedores de la fuerza y los asunto que van a aumentar nuestro bien. El grado más alto de la fuerza es la fuerza en el Iman y en la aquida.

El poseedor de una aquida fuerte cree en Allah y se confía únicamente a El. Es consciente de que Allah está con él allí donde se encuentre y que nadie, sea quien sea o poniendo en práctica los medios que sean, podrá jamás obtener el risq que Allah ha decretado para él. Y sabe también que nadie podrá darle un risq que Allah no haya decretado para él.

Sobre tener una aquida fuerte, el Mensajero al que Allah colme de bendiciones, le dijo a ‘Umar Ibn Al Jattab: “Por aquél que tiene mi alma en Su mano, que el Shaytan no se encontrará jamás contigo, pues siempre que se va a cruzar, toma otro camino que no sea el tuyo”. (rawahu al Bujari wa muslim)

Otro de los aspectos que reúne también la sharia es tener fuerza física en el cuerpo humano, es por esta razón por la que se prohibieron los asuntos despreciables de la comida y la bebida, como el alcohol, la carroña y la carne del cerdo.

Este hadiz es un consejo del Mensajero y un llamamiento a la ummah, individual y socialmente a que busquen las causas de la fuerza, tanto la fuerza palpable como la metafórica.

Una de las causas a través de la cual se obtiene la fuerza es un iman arraigado en el corazón, caminar con firmeza en el Din y ser poseedor de buenas y nobles cualidades de carácter.

La paciencia es fuerza, la misericordia es fuerza, la justicia es fuerza, la humildad es fuerza, la indulgencia es fuerza, la valentía es fuerza… Nuestro Mensajero, al que Allah colme con las mejores de las bendiciones, era el más valiente, el más generoso, el más justo de entre la gente.

Otra de las formas de obtener la fuerza es alejarse de los asuntos perversos, como el orgullo y el odio, la avaricia, la holgazanería…

Nuestro Mensajero nos exhorta a aferrarnos y encaminarnos hacia aquello que va a ser de beneficio para nosotros tanto en Dunia como en Ajira, llevando a la práctica los asuntos encomendados por la Sharia: “Ocúpate con aquello que te beneficia”.

En este hadiz el Mensajero también exhorta al creyente a guardarse de caer en el desaliento y la holgazanería.

Otra de las causas de la debilidad es el fijarse y preocuparse de los defectos y errores de los demás sin mirar previamente los tuyos. Así como también el basarte únicamente en tu opinión y darte preferencia a ti sobre los demás.

Oh Allah te pedimos que nos protejas de la holgazanería, de la vanagloria, de la tacañería, de la indecencia y del mal de los hombres.

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Musulmanes, ciertamente el creyente ha de vivir tranquilo y complacido con lo que Allah ha decretado para él, no ha de perder su vida en el lamento de aquello que ya ha pasado o que ha podido perder de este mundo de Dunia.

Este noble hadiz con el que hemos comenzado ordena al creyente que busque la fuerza física, la fuerza interior y la fuerza metafórica. A lo que también llama este hadiz es que, si en ocasiones esa fuerza no es suficiente o las cosas no suceden como tú esperas, no te lamentes ni te entristezcas.

Recuerda las palabras del Hadiz: “Si algo te sucede no digas: ‘si hubiera hecho tal cosa habría ocurrido tal otra’ Di: ‘Allah decretó y lo que Él quiso es lo que ha ocurrido’. La palabra ‘si hubiera…’ abre la puerta a la acción de Shaytán”.

Es decir que estas abriendo una rendija de tu corazón a Shaytan, se asienta en él y te susurra constantemente que dudes sobre el decreto y el poder de Allah, a que no confíes plenamente en él.

Lamentarse del pasado, pensar siempre en qué hubiera pasado si hubiera hecho esto o esto otro no tiene ningún beneficio, lo que único que se obtiene es tristeza, angustia y lamentos que no conducen a ningún sitio.

Allah, subahanahu wa ataala, en su inmensa Misericordia, quiere para el creyente que tenga la capacidad de sobreponerse a toda tristeza, a toda angustia que pueda padecer en su nafs.

Dice Allah: “No hay nada que ocurra en la Tierra o en vosotros mismos sin que esté en un Libro antes de que lo hayamos causado. Eso es fácil para Allah. Para que no os desesperéis por lo que perdáis ni os alegréis, arrogantes, por lo que os da. Allah no ama al que se vanagloria o es jactancioso”.

Ciertamente en la complacencia y aceptación del decreto hay descanso, sosiego y tranquilidad. El creyente no impregna su nafs de lo sucedido en el pasado y se lamenta por ello. Es consciente de que todo es parte del decreto de Allah y que en todo hallará un beneficio.

El creyente ha de poner en práctica las herramientas de la Sharia y buscar ayuda en Allah taala. Si hace esto pero no alcanza la ayuda de Allah, si no alcanza el tawfiq, (del que hemos hablado en jutbas anteriores) no podrá llevar a la práctica lo que desea, ya que poner en práctica los medios no es suficiente, pues se precisa de la ayuda y el tawfiq de Allah para poder alcanzar esa meta.

Del mismo modo que no ha de dejar de lado las herramientas y decir: “yo confío en Allah, si ha decretado algo para mi, me llegará”. Ésta también es una forma errónea de actuar.

Poner en práctica los medios y las herramientas no es suficiente, pues se precisa la ayuda de Allah para poder finalizar el asunto con éxito.

Pedimos a Allah que nos dé el éxito, que nos guíe rectamente, que nos de su ayuda, que nos de fuerza en el Iman y en nuestros cuerpos e intelectos.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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