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Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi



Alhamdulillah

Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que todo el bien procede de la Taqwa.

Sabed que el tawfiq (que Allah te guíe hacia las buenas obras) es uno de los dones más importante que Allah entrega a quien quiere de entre sus siervos. Es realmente el grado más elevado de la Guía.

El Libro de Allah habla acerca del Mensajero Shuaib, cuando dijo: “Yo no puedo estar bien encauzado (tawfiq) si no es por Allah, en El me apoyo y a El me vuelvo”.

El tawfiq lo han descrito algunos salihín de la siguiente manera: “El tawfiq es que Allah no te deje a tu libre voluntad, a tu libre albedrío; y el jidlan (el contrario de tawfiq) es que Allah te deje a ti libremente con tu nafs”.

El siervo rectamente guiado es el que lleva a la práctica la obediencia a Allah, y el que llena su tiempo de obediencia y adoración, es el que se preocupa de alcanzar aquello que va a ser de beneficio, tanto para esta Vida como para la Próxima. Ciertamente esta forma de actuar conduce hacia el éxito y el triunfo.

Dice Allah en Su Libro: “Quien obedece a Allah y a Su Mensajero, estará cosechando un éxito inmenso”.

Dijo el Mensajero al que Allah colme de bendiciones: “Si Allah quiere el bien para un siervo lo emplea en ello”. Dijeron los sahaba: “¿Y cómo lo emplea, oh Mensajero de Allah?”. Dijo: “Le encauza hacia las acciones de bien antes de su muerte”.

El tawfiq tiene diferentes signos que se manifiestan en aquel a quien se le ha otorgado; uno de ellos es que la persona que lo posee, se sirve de Allah para beneficiar a los demás; es poseedor de un buen y noble carácter; su pecho es sano, no está colmado de odio, rencor y corrupción; es una persona de buen carácter, que ama y desea el bien para los creyentes.

Dijo el Mensajero de Allah: “Los mejores de vosotros son los que tienen mejor carácter”.

Otro de sus signos es que Allah le da la capacidad, el entendimiento y el discernimiento necesarios para diferenciar el bien del mal, tanto en sus palabras como es sus acciones, en sus pensamiento y en todo tipo de situaciones.

Dice Allah: “Da la Sabiduría a quien quiere, y a quien se le da la Sabiduría se le ha dado mucho bien. Pero no recapacitan sino los que saben reconocer lo esencial”.

Oh Allah te pedimos que nos des la sabiduría necesaria para llevar esto a la práctica.

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Musulmanes, del mismo modo que el tawfiq tiene signos que se manifiestan en aquel que ha sido beneficiado con este enorme don, tiene también razones para llegar a obtenerlo.

Aquel que quiera recibir este gran don proveniente de Allah, que lleve a la práctica las razones para conseguirlo, y ,estas son numerosas y variadas.

De entre ellas, desprenderse del pensamiento de que la fuerza y el poder son tuyos, ya que estos dones pertenecen únicamente a Allah; alejarse de la vanagloria, de la jactancia y del orgullo.

El Mensajero de Allah, Sulayman, cuando Allah le dio algunos de sus dones, los reconoció y dijo: “Esto es parte del favor de mi Señor para probarme si soy agradecido o ingrato, y quien es agradecido sólo lo es para sí mismo, pero quien es ingrato... Realmente mi Señor es Rico, Generoso”.

En la parte opuesta encontramos el ejemplo de Qarun, al que cuando Allah le entregó un amplio reino y una riqueza inmensa dijo: “Lo que se me ha dado es gracias a un conocimiento que tengo”. El castigo para el fue que la tierra se lo tragara junto a su casa y sus posesiones.

Todo siervo debe saber que no hay ni’ma, que no hay favor, que no hay buena acción que haya llevado a la práctica, ya sea en su conocimiento, en sus acciones, en su fuerza, en su riqueza, que no provengan de Allah, ya que si no fuera por la voluntad de Allah, no daría un solo paso hacia el éxito.

Tened temor de Allah siervos suyos, reconoced el bien que habéis recibido de Aquél que posee todo el bien, pedidle en todo momento e instante que os entregue la guía, que os entregue el tawfiq, y que os proteja y os aleje del extravío y la perdición, ya que Él es quien guía hacia el Camino Recto.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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