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Mezquita de Granada
Imam: Hafid Ahmed Bermejo



Alhamdulillah.

Musulmanes, os exhorto a que tengáis taqwa de Allah y a que Le obedezcáis, ya que este es su mandato; dice Allah en Su Libro: "¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres". (Nisa, 1)

Musulmanes, sabed que Allah, subhanahu wa taala, ha hecho esta creación para que Le adore, y ha enviado a los Mensajeros a la gente para decir que Le adoren solamente a El, sin asociado. Dice Allah: "A pesar de que no se les había ordenado sino que adorasen a Allah, rindiéndole sinceramente la adoración". (Bayinah, 5) Dice también subhanahu wa taala: "Antes de ti no enviamos ningún Mensajero al que no le fuera inspirado: No hay dios excepto Yo. ¡Adoradme!" (Profetas, 25) Y en la sura de la Abeja dice Allah: "Hemos enviado un Mensajero a cada comunidad: "Adorad a Allah y apartaos de los Tagut".* [El término "tagut" designa a los ídolos y a los demonios y en general todo lo que se adora fuera de Allah)

La adoración de Allah, subhanahu wa ta’ala, motivo de nuestra creación, no es posible llevarla a cabo si no es mediante la sinceridad; la sinceridad es la raíz de la adoración y la condición para que las buenas obras sean aceptadas; es como los pilares sobre los que se cimienta un edificio, como el espíritu en el cuerpo, y es por esto por lo que cuando las acciones de los kuffar se realizan sin Unicidad y sin sinceridad, Allah las convierte en polvo disperso; dice el Misericordioso en Su Libro, en la Sura del Discernimiento: "E iremos a las acciones que hayan hecho y las convertiremos en polvo disperso". (Furqan, 23)

Éste será el resultado de todos aquellos que al realizar sus buenas acciones no estén buscando con sinceridad la Faz de Allah, y estén buscando otra cosa al realizarlo.

Dice Allah: "Los que quieran la vida del mundo y su esplendor les pagaremos en ella por sus obras y no tendrán menoscabo en ella. Ésos son los que en la Otra Vida no tendrán sino el Fuego. Allí, lo que hicieron será vano y sus obras serán inútiles". (Hud, 15-16)

Y hay de aquellos que en el Día de la Rendición de Cuentas se presente con acciones del tamaño de una montaña y Allah las convierta en un polvo disperso y le arroje al fuego. De Abu Huraira, que Allah esté complacido con el, dijo: “Escuché al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le dé paz, decir: “Realmente, la primera persona en ser juzgada el Día del Levantamiento será un hombre que haya muerto luchando en el nombre de Allah; a ese se le hará comparecer, se le presentarán las bendiciones que le fueron concedidas y él las reconocerá. Le dirá (Allah): “¿Qué hiciste con ellas?” Y dirá: “Luché por Ti hasta ser muerto por Tu causa”. Dirá: “Mientes, sino que luchaste para que se dijera: “qué valiente”. Y efectivamente, así se dijo”. Luego se dará la orden y se lo llevarán arrastras y se le arrojará de cara al Fuego. Y luego un hombre que había aprendido el conocimiento y lo había enseñado, y recitaba el Corán. A ese se le traerá, se le presentarán las bendiciones que le fueron concedidas y él las reconocerá. Le dirá (Allah): “¿Y qué hiciste con ellas?” Dijo: “Aprendí el conocimiento y lo enseñé, y recité el Corán por tu causa”. Dirá: “Mientes. Aprendiste el conocimiento para que se dijera: “qué sabio”, y recitabas el Corán para que se dijera: “¡es un recitador!”; y se dijo”. Luego se dará la orden y se le arrastrará y se le arrojará de cara al Fuego. Luego vendrá un hombre al que Allah dio holgura y concedió todo tipo de riquezas. A ese se le hará comparecer, se le presentarán las bendiciones que le fueron concedidas y él las reconocerá. Le dirá (Allah): “¿Y qué hiciste con ellas?” Y dirá: “No dejé una sola vía por la que Tú amas que se gaste sin gastar en ella por Tu causa”. Dirá: “Mientes. Sino que lo hiciste para que se dijera: “qué generoso”, lo cual se dijo”. Entonces se dará la orden y se le arrastrará y se le arrojará de cara en el Fuego”. (Muslim)

Gloria a Allah, que conoce todo lo que ocurre en su creación, El conoce los ojos traicioneros y lo que encierran los pechos, conoce cuando la acción va acompañada de sinceridad y cuando no. Ciertamente alguna gente engaña y traiciona a los demás, pero estas tretas y engaños no le sirven para nada, no son de ningún beneficio para el, ya que dice Allah: "Realmente los hipócritas pretenden engañar a Allah, pero es Él quien los engaña. Cuando se disponen a hacer el Salat, se levantan perezosos y lo hacen para que los demás los vean. Apenas si se acuerdan de Allah". (Nisa, 142)

Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: "Ciertamente Allah no se fija en vuestro aspecto ni en vuestra riqueza, sino que mira vuestros corazones y vuestras acciones" (Muslim)

Realmente hoy en día esto es algo que se olvida muy a menudo, y la gente cambia lo que tiene valor verdadero, lo que va a ser beneficioso para ellos, tanto en esta vida como en la próxima, por aquello que no lo es, dice Allah: " Así ejemplifica Allah la verdad y la falsedad:>La espuma se va, siendo un deshecho y lo que aprovecha a los hombres permanece en la tierra. Así es como Allah pone los ejemplos". (Trueno, 17)

Musulmanes, ¿realmente deseáis que ocurra esto con vuestras acciones? ¿queréis que sean como la espuma, que no tienen valor ni significado el Día del Levantamiento? Estoy convencido de que no es esto lo que deseamos en nuestras vidas. Recordad cómo cuenta Allah en Su Libro la historia de Qarun,: "Qarún era uno de la gente de Musa que abusó contra ellos. Le habíamos dado tesoros cuyas llaves habrían hecho tambalearse a un grupo de hombres fuertes; entonces le dijo su gente: No te regocijes pues realmente Allah no ama a los que se vanaglorian. Busca en lo que Allah te ha dado la morada de la Última Vida sin olvidar tu parte en ésta, y haz el bien igual que Allah lo hace contigo y no busques corromper la Tierra; es cierto que Allah no ama a los corruptores. Dijo: Lo que se me ha dado es gracias a un conocimiento que tengo. ¿Acaso no sabía que Allah había destruido a generaciones dentro de las cuales había gente con mayor poderío y más acumulación de riqueza que él? Y no se les preguntará por sus faltas a los malhechores. Y apareció ante su pueblo con sus adornos; entonces dijeron los que querían la vida de este mundo: ¡Ojalá y tuviéramos lo mismo que se le ha dado a Qarún, realmente tiene una suerte inmensa! Y dijeron aquellos que habían recibido conocimiento: ¡Ay de vosotros! La recompensa de Allah es mejor para el que cree y actúa con rectitud, pero no la consiguen sino los pacientes. Entonces hicimos que la tierra se lo tragara junto con su casa". (Qasas, 71)

Musulmanes, ciertamente vivimos en una sociedad y en un tiempo en el que la mayoría de la gente sólo valora las apariencias: se valora a una persona dependiendo de su manera de vestir, del coche que tiene o de la casa en la que vive… ¿Acaso es a esto a lo que nos llama el Islam? En el conocido Hadiz, el Mensajero al que Allah colme de bendiciones dice: “Ciertamente en el cuerpo hay un trozo de carne que si esta sano, todo el cuerpo esta sano y si se corrompe todo el cuerpo se corrompe; es el corazón”.

Debemos pues valorarnos los unos a los otros por nuestros corazones, por la sinceridad con la que realizamos las acciones. Tenemos que alejarnos del mundo de las apariencias, y con esto no quiero decir que debamos vestir mal ni despreciar la belleza y la riqueza de este mundo. ¡No!

Abdullah ibn Mas’ud, que Allah esté complacido con él, narró que el Profeta, a quien Allah bendiga y le dé paz, dijo: “no entrará en el Jardín aquel que posea en su corazón el peso de una brizna de orgullo”. Alguien dijo: “¿Y si a un hombre le gusta vestir buenas ropas y buen calzado?” dijo: “Allah es Bello y ama la belleza. El orgullo es negar la verdad y despreciar a la gente”.

Este es el grado que debemos buscar, lo mejor de este mundo, pues es lo que Allah ama, pero que ello no nos lleve a la arrogancia ni a juzgar por las apariencias, pues si lo hacemos estaremos cayendo en un grave extravío.

Y a Allah le pedimos que nos de lo mejor de esta vida y de la próxima.

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Musulmanes, sabed que una de las grandes enfermedades del corazón es el orgullo y la vanidad, y que aquel que lo practique estará cometiendo una gran injusticia consigo mismo y también con los que le rodean.

Recordad uno de los consejos que sayyiduna Luqman dio a su hijo; le dijo: “No pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia pues es verdad que Allah no ama al que es presumido y jactancioso”. (Luqman, 18)

No debemos ser orgullosos en este mundo, debemos pedir a Allah la protección ante el orgullo, pues es una enfermedad, una enfermedad contagiosa, una enfermedad que conduce hacia el fuego, una enfermedad que impide que el amor surja entre los musulmanes, que impide a los creyentes amarse los unos a los otros, que impide a los creyentes poner en práctica su din, pues no pueden cumplir con la orden de Su Señor cuando le dice a Su Mensajero: “Y baja tus alas (es decir, se humilde) a favor de los creyentes que te siguen”. (Shu’ara, 215)

Aferraos fuertemente a vuestro Din con sinceridad y humildad, sed sinceros en la adoración a Allah, humildes en el trato los unos con los otros y altivos en vuestra relación con los kuffar; dice Allah en Su Libro: “Vosotros que creéis! Quien de vosotros reniegue de su práctica de Adoración… Allah traerá a otros a los que amará y por lo que será amado, humildes con los creyentes y altivos con los incrédulos. Lucharán en el camino de Allah y no temerán la calumnia del maldiciente. Ese es el favor de Allah que Él da a quien quiere. Y Allah todo lo abarca, todo lo sabe”. (Maida, 54)

Musulmanes, esta ha de ser nuestra forma de actuar si queremos obtener la inmejorable recompensa de amar a Allah y de que El nos ame. Debemos ser humildes entre nosotros, y esto no significa estar por debajo los unos de los otros, significa tener buen trato, estar siempre en disposición de escuchar y ayudar en la medida en la que podamos a aquellos que precisen de nosotros, significa tener paciencia en el trato con nuestros hermanos, no ponerles mala cara y hablar con ellos con las mejores palabras.

Hermanos en el Islam, quien de vosotros quiera obtener lo mejor de esta vida y de la próxima que se lo pida a Allah, pero que su petición vaya siempre acompañada de la acción, que su adoración esté basada en la sinceridad con el Misericordioso, que sus buenas obras sean buscando la faz de Allah y no la complacencia de los hombres, que sea consciente de que Allah subhanahu wa taala conoce lo que encierran los corazones, que no sea orgulloso ni jactancioso pues esa será su perdida, que no finja mediante su apariencia algo que no es realmente, que su exterior vaya siempre en concordancia con su interior, y que sea humilde en la relación con Su Señor y con el resto de Sus criaturas.

Oh Allah te pedimos que nos des la capacidad de adorarte sinceramente; que aceptes nuestras obras sinceras; que nos libres de caer en la ostentación y nos protejas oh Allah, tu que todo lo puedes, de caer en el perverso mundo de las apariencias.



Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín.

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