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Mezquita de Granada
Imam: Shej Muhammad Al Kassbi



Alhamdulillah.

Os exhorto a tener taqwa de Allah, pues ciertamente es el asidero ante toda estrechez, la solución ante toda dificultad.

Sabed, que el din del Islam es un din inmenso que lleva a la gente a impregnarse de la mas alta aspiración. Es un camino hacia las metas mas elevadas que aleja de todo lo que pueda conducir a la degeneración de la persona, poniéndole fronteras que le impiden caer en los asuntos desestimables.

La himma es lo que te lleva a llevar a cabo la acción. La himma se divide en dos, la que te conduce hacia los más altos grados y la que te lleva hacia asuntos carentes de cualquier significado.La himma es un asunto interno, del corazón, y nadie tiene poder sobre el corazón excepto su poseedor.Del mismo modo que el pájaro vuela con sus alas, el musulmán vuela con su himma, con su anhelo.

Tener una alta aspiración es un signo de un intelecto completo; por eso encontramos que el Coran educa y exhorta a los creyentes a imbuirse del mas alto anhelo y Allah describe a “los siervos del Misericordioso” cuando dicen en sus suplicas:

“Y haznos un modelo para los que tienen temor (de Allah)”. (Sura del discernimiento, 74)

No dice: “Haznos temerosos” o “Haznos un modelo”, sino que dice: “Haznos un modelo para los que tienen temor (de Allah)” y en esto hay una clara enseñanza de la alta himma.

Nuestro Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, educaba a sus compañeros en la mas alta aspiración e imbuía en ellos el espíritu de la esperanza para que no cayeran en la desesperación ni en los grados detestables del ser humano.

Dijo SAWS: “Si pedís a Allah, pedidle el Firdaus, pues ello es lo mejor del Jardín, lo más alto del Jardín, y sobre el, se encuentra el Trono del Misericordioso, y de el nacen los ríos del Jardín”

Decía esto el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, porque la aspiración, el anhelo y el deseo que los creyentes deben tener ha de ser por lo mejor, por lo mas alto.

Musulmanes, ciertamente la más alta aspiración hace cambiar la historia, y mas que esto, es la aspiración la que la escribe y la crea. En nuestro Mensajero encontramos un claro ejemplo de ello, ciertamente era un sólo hombre en medio de una sociedad de shirk e injusticia, y en un periodo de tiempo, la cambió, y la convirtió en una sociedad de Musulmanes justos, creyentes y rectos. Sus compañeros extendieron la guía y la luz a todos los rincones de este mundo en un corto periodo, esto son los frutos de una educación elevada, que les fue transmitida por aquel al que Allah escogió para ellos.

Rabiatu Ibn Ka’ab, uno de sus compañeros, dijo: “Estaba viviendo con el Mensajero y en ocasiones le llevaba agua para hacer wudu y cualquier cosa que necesitaba, y me dijo una vez: “¡Pide, pide lo que quieras!”. Dije: “Te pido encontrarme contigo en el Jardín”. Dijo: “Aparte de eso”. Dije: “Eso es lo que quiero”. Dijo: “Ayúdame en ello haciendo muchas postraciones (es decir, muchos salats voluntarios)”.

Uno de los consejos de Umar Ibn Al-Jattab era: “No aspiréis a cosas pequeñas, pues ciertamente he visto que no se retrasan o que no se obtengan las bendiciones si no es por una aspiración y un anhelo débil”.

Umar Ibn Abdulaziz era también poseedor de una alta aspiración. Dijo: “Ciertamente poseo un nafs que aspira a mucho, desee el emirato y lo alcancé, desee el califato y lo alcancé, y lo que deseo ahora es el jardín y espero alcanzarlo”.

Hay cierta gente que no distingue entre una alta aspiración y el orgullo, a pesar de que la diferencia entre ambos es enorme. La alta aspiración es una de las cualidades de los Profetas y de los salihun, y el orgullo es una enfermedad peligrosa y contagiosa que se contagia entre los seguidores de los corruptos e injustos.

El poseedor de una alta himma, se esfuerza y gasta de su persona y posesiones en alcanzar sus anhelos, y sabe que quien quiere la mercancía de Allah, que es el Jardín, no la consigue si no con un gran esfuerzo. Dice Allah:“Pero quien desee la Ultima Vida y se afane en su esfuerzo hacia ella siendo creyente... A eso se les agradecerá su esfuerzo.” (Sura del Viaje Nocturno, 19)

Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Quien teme, se adelanta, (quien teme ser atacado o robado durante su viaje, adelanta su salida) y quien se adelanta alcanza la casa ¿Acaso la mercancía de Allah no es cara? ¿Acaso la mercancía de Allah no es sino el Jardín? (Hadiz transmitido por Attirmidhi)

A Allah le pedimos que nos haga alcanzar el Jardín, y que nos de una alta aspiración que nos acerque al Jardín y no aleje del fuego.

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Musulmanes, ciertamente la baja aspiración va acompañada por la perdición y el extravío, y es el origen de las enfermedades que se propagan sobre la Ummah, y los que conducen hacia la perdida y la oscuridad.

Toda degradación que ha sufrido el ser humano tiene cura, excepto la degradación que ya forma parte de uno mismo y de su corazón. Y esta es una enfermedad devastadora.

El Coran habla sobre aquellos que tienen bajo anhelo y aspiraciones, y los compara con la mas baja de las comparaciones; dice:“Cuéntales el caso de aquel a quien habíamos dado Nuestros signos y se despojó de ellos. Entonces el Shaytan fue tras él y estuvo entre los desviados. Si hubiéramos querido, habríamos hecho que estos le sirvieran para elevarle de rango, pero él se inclinó hacia lo terrenal y siguió su deseo. Es como el perro, que si lo ahuyentas jadea y si lo dejas también; así es como son los que niegan la verdad de Nuestros signos. Cuéntales la historia por si a caso reflexionan.” (Sura al-Araf, 175-176)

Por esto el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, exhorta a su Ummah a ser siempre poseedores de una alta aspiración, diciendo: “Si llega la hora y uno de vosotros tiene entre sus manos un árbol para plantar, si quiere plantarlo antes de que llegue la hora, que lo plante”. (Hadiz transmitido por Ahmed relatado por Anas)

Tened temor de Allah siervos suyos y sabed que este Ummah si quiere recuperar su grandeza, su lugar, y su poder, lo primero que ha de hacer es elevar sus aspiraciones, su himma, y ciertamente esto se alcanza impregnándose de las nobles cualidades y alejándose de las reprobables. A Allah le pedimos que purifique nuestros corazones, que mejore nuestro carácter, Él está capacitado para ello.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín.

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