mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kasabi.
Alhamdulillah.
¡Creyentes! Tened temor de Allah y sabed que este Din (práctica de adoración), el Din de la misericordia, lo ha creado y legislado el más Misericordioso de los que tienen misericordia.
El eligió, Subhanahu wa taala, a nuestro Profeta Muhammad, sallallahu alaihi wa salim, para que fuera una Misericordia para todos los mundos. Hizo descender sobre él el Generoso Corán para que fuera una cura (Shifa) y una misericordia para los creyentes.
Cuando nos disponemos a recitar lo que Allah, Glorificado y Exaltado, nos facilita de Su Libro, comenzamos con la Basmallah (Bismillah ar-Rahman ar-Rahim: En el nombre de Allah el Misericordioso el Compasivo) que contiene dos de los más hermosos nombres de Allah, ambos hacen referencia a Su infinita misericordia: Al Rahman y Al Rahim.
Allah, Glorificado y Exaltado, creó la misericordia y la dividió en cien partes, dejó Consigo noventa y nueve partes y envió a Su creación, a toda ella, una centésima parte de ella.
Si supiera el kafir (incrédulo) todo lo que tiene Allah de la misericordia, no desesperaría del Yanna (el Jardín); y si supiera el mumin (creyente) todo lo que tiene Allah de castigo no se sentiría nunca tranquilo de haberse salvado del Fuego.
Allah, Glorificado y Exaltado, ha creado el Rahm, el útero, cuyo nombre en árabe viene de la raíz Ra-hi-ma, que tiene dos significados:
- Ha prometido tener misericordia con quien guarde los vínculos de consanguineidad.
- Y maldice a quien los corta.
Dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él: “Allah creó el universo y las criaturas; y cuando hubo terminado, dijo el útero (el rahim): “Yo soy el lugar del que se protege en Ti contra la separación y ruptura de los vínculos familiares”. Dijo –Glorificado y Exaltado-: “Si, ¿quieres que alivie a quien te guarde y castigue a quien corte los vínculos familiares?”. Dijo: “Así es, mi Señor”. Dijo –gloria a El-: “Así será””.
Es decir que Allah, gloria a El, promete Su misericordia para quien guarde y proteja los vínculos familiares, de consanguineidad, y castiga al que no los guarde.
Dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él: “Así pues, recitad si queréis esta ayat: “¿Y no es cierto que si os apartarais, sembraríais la corrupción en la tierra y cortaríais los lazos de consanguineidad? A esos, Allah los ha maldecido””.
(Surat Muhammad, 22)
(Hadiz narrado por Abu Huraira, recogido por Bujari y Muslim, que Allah esté satisfecho con todos ellos)
Cortar los lazos de consanguineidad está relacionado con la corrupción en la tierra; y con exponerse a la maldición de Allah; y no hace esto más que el infeliz y el ignorante al que no le queda en el corazón nada de misericordia. Mantener los lazos de sangre es una de las cualidades más elogiables y es propio de los que poseen un intelecto sano; y a esos Allah, Glorificado y Exaltado, les ha prometido un buen final y entrar en el Yanna.
El cortar los lazos de consanguineidad es propio de la gente ignorante y poco sensata; y a esos, se les ha prometido el mal final y entrar en el Fuego.
Nuestro Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, nos indica que el mantener y cuidar los vínculos, al igual que le asegura a uno la felicidad en el Ájira (lo que hay tras la muerte), también se la proporciona en esta vida. Se le abren las puertas de la provisión y se le bendice en sus días. Y esto lo desea toda persona en esta vida.
Dijo el Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él: “Quien quiera que se le amplíe la provisión y se prolongue su vida, que mantenga la conexión con sus parientes”.
El parentesco es una palabra muy extensa en sus significados. Abarca a todo aquel que está relacionado contigo familiarmente; y tiene distintos grados. No hay duda de que Allah, Tabaraka wa taala, creó a toda la humanidad de un padre y de una madre.
Dice Allah, Glorificado y Exaltado: “Oh gente, os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os conociérais unos a otros”. Éste es un vínculo general cuyo derecho debemos cumplir. Y cuanto más se fortalezca y se incremente la cercanía en los vínculos más obligatorio es el derecho.
Le preguntó al Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah con él, un hombre: “Oh Mensajero de Allah: ¿Quién tiene más derecho para que yo le trate y le dé mi compañía?”. Dijo –paz y bendiciones de Allah con él: “Tu madre”. Dijo: “¿Y luego quién?”. Respondió otra vez: “Tu madre”. Le preguntó de nuevo: “¿Y luego quién?”. Dijo -paz y bendiciones de Allah con él: “Tu madre”. [Así tres veces] Dijo el hombre: “¿Luego quién?”. Dijo: “Luego tu padre”.
(Hadiz recogido por Imam Bujari e Imam Muslim, que Allah esté satisfecho con ellos)
Y esta conexión, esta relación, debe ser respetada por parte de uno en todo lo que le sea posible ayudar y beneficiar a los que son cercanos a él, en el sentido material y moral.
* * * * * * *
Alhamdulillah.
Ashadu an la ilaha ila Allah wa ashadu ana Muhamadan Rasulullah.
¡Oh creyentes! La primera cosa de la que habló el Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, después de la Hiyra (hégira: emigración), nada más entrar en Medina fueron estas palabras:
“¡Oh gente! Dad de comer,
extended el saludo,
guardad los lazos de parentesco
y rezad por la noche mientras que la gente duerme,
entraréis en el Jardín con paz (salam)”.
Estaba presente un sabio de los judíos de Medina que vio como la faz del Mensajero de Allah irradiaba luz y la sabiduría salía de sus labios; y estas palabras le causaron efecto. Dijo: “Supe que esa cara no era la cara de un mentiroso”. Entró en el Islam y llegó a ser uno de los mejores de los Sahaba (Compañeros) del Profeta, paz y bendiciones de Allah con él. Se llamaba Al-Husain y el Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, le cambió el nombre y lo llamó Abdullah. Estamos hablando de Abdullah ibn Salam, el famoso Sahabi.
Refiriéndose a él descendió la aleya en la que Allah, Gloria a El, dice: “No todos los de la gente del Libro son iguales, los hay que forman una comunidad recta, recitan los signos de Allah durante la noche y se postran”
Que Allah bendiga a Su Siervo y Mensajero Muhammad. Y a su familia, y sus nobles compañeros y a todos cuantos les sigan con sinceridad hasta el Último Día.
Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín.
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