Mezquita de Granada
Imam:Shaij Muhammad al Kassbi
Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que esta es la exhortación para los primeros y los últimos que deseen el triunfo en esta vida y en la próxima.
Sabed, que Allah, tabaraka wa taala, entregó a su Mensajero Muhammad, al que Allah colme de bendiciones, la perfección como ser humano; le entregó un cuerpo físico equilibrado, una imagen hermosa, un intelecto fuerte, un linaje noble, una cortesía y un comportamiento excelentes. Es suficiente con las palabras de Allah cuando dice al respecto: “Y estás hecho de un carácter magnánimo” (Qalam, 4).
Estas cualidades van unidas al Mensaje y la profecía, así como muchos milagros y sucesos fuera de lo normal, tantos que es imposible enumerarlos. Todo esto eran herramientas para que pudiera cumplir con la misión que Allah le había encomendado: transmitir Su Mensaje a la humanidad.
Es por esto por lo que nuestro Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, tiene derechos sobre su Ummah que deben cumplirse para dar fuerza y realidad a la servidumbre a Allah, subhanhu wa ta’ala.
Uno de estos derechos que tiene sobre nosotros es la abundancia en hacer salat y pedir paz por él; esto es prácticamente lo mínimo en lo referente a los derechos que el Mensajero tiene sobre su Ummah. Es al mismo tiempo uno de los mejores actos de adoración, con el que se multiplican las buenas acciones y se eleva en grado al que lo pronuncia al mismo tiempo que sirve para eliminar y borrar las malas acciones cometidas. Allah nos ha ordenado que lo pronunciemos en todo tiempo y lugar cuando dice: “Es verdad que Allah y Sus ángeles hacen oración por el Profeta. ¡Vosotros que creéis! Haced oración por él y saludadlo con un saludo de paz” (Ahzab, 56).
También nos lo encomendó nuestro Mensajero, salla allahu alaihi wa sallam, cuando dijo: “Quien haga un salat por mí, Allah hará diez por él” (Rawahu Muslim ‘an ‘Abdullah Ibn ‘Amr).
Dijo también, salla allahu alaihi wa sallam: “Ciertamente la persona que tiene más derecho sobre mí es el que haga más salat por mí” (Rawahu Tirmidhi ‘an Abdullah ibn Mas’ud).
Hacer salat por el Mensajero tiene siempre beneficio, pero existen momentos y lugares en los que la recompensa es aún mayor, por ejemplo, cuando se le menciona. Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Perdición para el hombre que soy mencionado en su presencia y no hace salat por mí” (Rawahu Tirmidhi ‘an Abi Hurairah).
Otro momento recomendable para hacer salat por él es cuando los musulmanes se reúnen. Dijo SAWS: “No hay reunión en la que la gente se reúna sin recordar a Allah en ella ni hacer salat por Su Mensajero de la que no salgan arrepentidos; si quiere Allah les castiga y si quiere les perdona” (Rawahu Tirmidhi ‘an Abi Hurirah).
También tras escuchar el adhan, dijo el Mensajero, s. a. w. s.: “Si escucháis al muaddhin, decid lo mismo que él dice; luego haced salat por mí, ya que quien hace un salat por mí, Allah hace diez por él; después pedid a Allah para mí Al-Wasila, que es una casa del Jardín en la que no entrará en ella más que el siervo de Allah, y espero ser yo ese siervo; quien pida a Allah para mí Al-Wasilah le alcanzará la intercesión” (Rawahu Muslim ‘an ‘Abdullah ibn ‘Amar ibn ‘Al Asi).
También al entrar en la mezquita. Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Si uno de vosotros entra en la mezquita que haga salat por el Profeta, y luego que diga: Oh Allah abre para mí las puertas de Tu rahma; y que cuando salga diga: Oh Allah, yo Te pido de Tu favor” (Rawahu Ibn Mayah, ‘an Abi Humaid).
También tiene un valor adicional hacer salat por el Profeta en el último tashahud previo al salam. Abi Mas’ud Al Badri, que Allah esté complacido con él, dijo: “Oh Mensajero de Allah, pedir paz por ti sabemos cómo hacer hacerlo, pero ¿cómo hacemos salat por ti cuando estamos en nuestra oración?”. Dijo: “Decid ‘Allahuma salli ala Muhammad wa ala ali Muhammad… (y mencionó el resto del salat Ibrahimiya)” (Rawahul Imam Ahmad).
Otro de los momentos recomendables es cuando se encuentra el siervo en estados de estrechez, o cuando ha cometido un acto de transgresión, pues a través del salat por él, s. a. w. s., se quitan los obstáculos, se eliminan las dificultades y se perdonan las malas acciones. ‘Ubay Ibn Ka’ab, que Allah esté complacido con él, dijo: “Dijo un hombre: ‘Oh Mensajero de Allah, ¿qué ocurre si hago de toda mi oración salat por ti?”. Dijo SAWS: ‘Entonces Allah te dará lo que anhelas en tu dunia y en tu ájira” (Rawahul Imam Ahmad).
Los bienes que encierra el salat por el Profeta son numerosos, no pueden enumerarse ni describirse.
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Musulmanes, ciertamente el salat por el Profeta, al que Allah colme de bendiciones, es un medio para alcanzar su amor y para hacer que este amor vaya en aumento.
Cuando más abundante es el recuerdo que hace la persona de su ser amado, cuanto más lo recuerda en su corazón, cuanto más piensa sobre él y sobre lo que le une con él, esto hace que el amor aumente a cada instante y que le eches de menos cada vez más.
Por el contrario, si se olvida de recordarlo, de pensar sobre lo que le une con él, esto hace que el amor hacia esa persona amada mengüe y decrezca cada vez más en su corazón.
El salat por el Profeta en el día del Yumuah tiene un bien superior al resto. Dijo SAWS: “Ciertamente, uno de vuestros mejores días es el día del Yumuah. En él fue creado Adam, en él murió, en él se soplará en el cuerno y todo el mundo morirá; abundad pues en ese día el salat hacia mí, pues vuestro salat me es mostrado”. Dijeron: “Oh Mensajero de Allah, ¿cómo se te va a mostrar nuestro salat si tú serás polvo?”.
Dijo: “Allah ha prohibido a la tierra que se coma los cuerpo de los anbiyá” (Rawahu Abi Daud ‘an Aus ibn Aus).
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