Pregunta:
¿Cómo puede un musulmán que carece de autoconfianza confiar más en sí mismo? Ha intentado muchas cosas pero no ha podido sobreponerse a su nerviosismo cuando habla con la gente. Que Dios le recompense con el bien por sus esfuerzos.
Respuesta:
Alabado sea Dios
En primer lugar, la autoconfianza es una característica que
el musulmán necesita adquirir. Pero en primer lugar debemos diferencias la
autoconfianza de la arrogancia. La autoconfianza significa estar consciente
de lo que Dios nos ha dado, de nuestras buenas cualidades, y esforzarnos de
acuerdo a ello para lograr lo que nos beneficie. Si uno hace un mal uso de
ella cae en la arrogancia y la auto admiración, que son dos cualidades
destructivas. Si niegas aquellas bendiciones que se te han dado y las buenas
cualidades con las que Dios te ha bendecido, te volverás holgazán y apático;
debes asumir y liberar las bendiciones que Dios te haya concedido.
Dios dijo (traducción del significado):
“Que por cierto que obtendrá el éxito [en esta vida y en
la otra vida] quien purifique su alma [apartándose de los pecados], y estará
perdido quien la pervierta [siguiendo sus pasiones] (ash-Sháms,
91:9-10).
Es valioso señalar algo importante aquí, que es que para el
musulmán, tener autoconfianza no significa que no necesita la ayuda de Dios,
y no significa que no necesite de sus hermanos ni de la gente en general,
para que le aconseje y le ayude. Esto es lo que el Profeta Muhámmad (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él) le pidió a Dios, que era: no ser
dejado a su suerte (solo), ¡ni aún durante el tiempo que dura un parpadeo!
Se narró que Abu Bakrah dijo: “El Mensajero de Dios (que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La súplica del angustiado
es: “Oh Dios, por Tu misericordia tengo esperanza, por lo tanto no me
abandones a mi suerte ni aún por lo que dura el parpadeo de un ojo. Dispón
de todos mis asuntos correctamente, no hay divinidad excepto Tú”. Narrado
por Abu Dawud (5090); clasificado como bueno por al-Albani en Sahih Abu
Dawud.
An-Nasá'i (10405) narró de Anas, en un reporte clasificado
como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá'i, que estas palabras deben
decirse por la mañana y por la noche.
Le preguntaron al Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah
tenga misericordia de él):
“¿Cuáles son las normas sobre decir “Fulano de tal tiene
autoconfianza”, o algo similar? ¿Es esto contrario a la súplica narrada en
el reporte “No me abandones a mi suerte ni por el parpadeo de un ojo”?
Él respondió:
“No hay nada de malo con eso, porque lo que significa que
alguien tiene autoconfianza es que está seguro acerca de algo. No hay duda
de que las cosas pueden ser atribuidas a una persona en base a la certeza, y
a veces en base a la probabilidad, y otras en base a la duda. Si dice, por
ejemplo, “Estoy seguro de eso”, o “Estoy seguro de mí mismo”, o “Fulano de
tal está seguro de sí mismo”, o “Está seguro de lo que está diciendo, lo que
significa es que confía en ello. No hay nada de malo con esto, y no es
contrario a la súplica bien conocida “No me abandones a mi suerte ni por un
parpadeo”, porque la persona puede estar segura de sí misma por la ayuda de
Dios, basándose en lo que Dios le ha concedido de conocimiento, habilidad,
etc”. Fatáwa al-Islamíyah, 4/480.
En segundo lugar, algunas de las cosas que pensamos que van a
incrementar la autoconfianza del musulmán, son:
1 – Poner su confianza en Dios, dependiendo de Él y buscando
su ayuda. El musulmán no puede estar sin la ayuda de Dios, glorificado y
exaltado sea. Como mencionamos arriba, la autoconfianza es una
característica que se puede adquirir, y el musulmán necesita ayuda de su
Señor. Cuando más confía él en Dios, más grande es su autoconfianza, y
alcanzará altos niveles.
Cuando Moisés (la paz sea con él) y su gente huyeron del
Faraón y sus tropas, y las dos partes se vieron la una a la otra, vemos la
confianza que Moisés tenía en su Señor.
Dios dijo (traducción del significado):
“Y cuando los dos grupos se divisaron, los seguidores de
Moisés exclamaron: ¡Seremos alcanzados!”
(ash-Shu’ará', 26:61-62).
2 – Averiguar cuáles son nuestros puntos fuertes y
fortalecerlos; qué es lo que hace bien y desarrollarlo, y los puntos débiles
tratar de lidiar con ellos.
Para desarrollar la autoconfianza es esencial mirar con
gratitud lo que Dios nos ha dado en habilidades y características, para que
esto nos motive a fortalecer la autoconfianza. Con respecto a los puntos
débiles, debes intentar tratar con ellos y desarrollarlos, para que alcancen
el mismo nivel que tus otras buenas habilidades y características.
3 – Es muy importante para el musulmán que está buscando
formas de incrementar su autoconfianza no repetir palabras negativas, tales
como decir que no tiene autoconfianza y que nunca tendrá éxito.
4 – El musulmán debe ponerse metas en su vida y observar los
resultados de tanto en tanto, porque la persona que tiene autoconfianza se
asegurará de que su meta se cumpla en base a una buena planificación y con
la ayuda de Dios.
5 – El musulmán debe buscar compañeros honrados, porque esto
le dará motivos para tener éxito y lo animará a hacer grandes esfuerzos. El
compañero honrado no pasará por alto los errores y puntos débiles de su
amigo; más bien, lo guiará a seguir un camino mejor. Así los buenos
compañeros son uno de los factores para que el musulmán sea exitoso y tenga
confianza en sí mismo.
6 – No debe desanimarse por experiencias previas,
dificultades ni fracasos anteriores, porque eso echará a perder sus
esfuerzos y lo hará menospreciar sus logros. Esto no es algo que el musulmán
quiera para sí mismo.
Tercero, controlar su propio comportamiento y acciones es
algo que el musulmán debe hacer, y está dentro de sus capacidades. Una parte
de ello es la ira; el musulmán debe confiar en que es capaz, con la ayuda de
su Señor, de librarse de los males y efectos perniciosos de la ira, y
esforzarse en enmendar sus modales, disciplinándose a sí mismo para
aferrarse a las normas de Dios. Esto es algo muy fácil ciertamente para
quien quiere lograrlo, en tanto tenga una total determinación para completar
lo que quiere lograr, disciplinándose y purificando su alma.
En la respuesta a las preguntas No.
45647 y
658 hemos discutido algunas
formas islámicas prescriptas para tratar con la ira.
Quien quiera librarse de la ira debe apresurarse a actuar.
Esto, de hecho, es lo que nos hace falta. Las palabras son muchas, pero las
acciones pocas. Entonces, que el musulmán que busque purificar su alma se
acostumbre a actuar, haciendo lo que Dios le ha ordenado y absteniéndose de
lo que Dios le ha prohibido hacer. Así tendrá éxito, si Dios quiere.
En la respuesta a la pregunta
22090 hemos discutido cómo el
musulmán puede disciplinarse a sí mismo.
Y Allah sabe más.
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