Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi
Alhamdulillah
Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que la Taqwa es el comienzo de todo bien tanto para dunia como para ájira.
Sabed, que Allah esté complacido con vosotros, que el buen carácter y comportamiento es parte de la perfección del Imán, y ser generoso con el invitado es parte de este buen carácter y comportamiento.
Una cualidad que llevaban a la práctica todos los profetas y enviados, el buen trato y la honra al invitado. Una de las cualidades recogidas en el Hadiz de Jadiya del que hemos estado hablando estas semanas cuando le dijo al Profeta: “Honras al invitado”.
Parte de lo recogido en la sabiduría de la fitra es que aquel que tiene buen trato y honra al invitado Allah no le deja ni en esta vida ni en la próxima. El Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, era el más noble y generoso de entre la gente, entregaba sin temer a la pobreza; educó y enseñó a sus compañeros a que tuvieran buen trato y fueran generosos con los invitados.
El Mensajero también mencionó la conexión entre creer en Allah y en el Último Día y la generosidad con el invitado. Dijo S.A.W.S: “Quien crea en Allah y en el Último Día que sea generoso con su invitado”.
Los sahaba aprendieron este comportamiento de él, del mejor de la creación. Narró Abu Huraira, que Allah esté complacido con él: “Vino un hombre al Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, y dijo: ‘Estoy hambriento y necesitado’, mandó llamar el Profeta a una de sus mujeres, y dijo ella: ‘Por aquel que te ha enviado con la verdad, que no tengo nada más que agua’; luego fue a buscar a otra de sus mujeres y dijo lo mismo, hasta que todas ellas aseguraron que no tenían más que agua. Y dijo: ‘Quien invite a este hombre esta noche Allah lo cubrirá con su misericordia’. Un hombre de los ansar se levantó y dijo: ‘Yo, oh Mensajero de Allah’; se lo llevó a su hogar y le dijo a su esposa: ‘Sé generosa con el invitado del Mensajero de Allah’; dijo: ‘no tenemos más que el alimento para nuestros niños’; dijo el marido: ‘entretenlos (ocúpalos) con algo, cuando entre nuestro invitado y nos sentemos, apaga la luz y haz ver que estamos comiendo con él’. Se quedaron sin comer y su invitado se alimentó. Cuando se levantó el dueño de la casa fue a ver al Mensajero de Allah, y dijo: ‘Allah está complacido de lo que habéis hecho (tú y tu esposa) con vuestro invitado esta noche’, y Allah reveló la aleya: “y los prefieren a sí mismos aun estando en extrema necesidad, y quien está libre de su propia avaricia… ésos son los que tendrán éxito”. (Surat al Hashr, 9)
El primero en dar grandes muestras de hospitalidad fue el Jalil de Allah, Ibrahim, alaihi salam, tal y como Allah nos muestra en Su Libro, cuando dice: “Ha llegado hasta ti el relato de los honorables huéspedes de Ibrahim, cuando se presentaron ante él y dijeron: ‘Paz’, contestó: ‘Paz, gente desconocida’. Entonces se retiró a su familia y vino con un hermoso ternero, lo acercó a ellos diciendo: ‘¿No vais a comer? Entonces sintió recelo de ellos, dijeron: ‘no temas’ y le anunciaron un niño sabio” (Adhariyat, 24)
El Sheij Abdal Qadir al Yilani, que Allah esté complacido con él, dijo: “Observé todas las acciones y no encontré ninguna mejor que dar alimento, ¡ojalá tuviera toda la dunia para poder alimentar a los hambrientos”.
Saffanah, la hija de Hatim Attai (el jefe del pueblo), fue apresada en una expedición musulmana a la cabeza de la cual se encontraba Ali Ibn Abi Talib; cuando la llevaron a la presencia del Mensajero, dijo: “Oh Muhammad, ha muerto el padre y no está el protector, si tienes la posibilidad de liberarme, hazlo, ya que si no lo haces seré motivo de burla entre los árabes, ya que soy la hija del jefe de mi tribu. Mi padre liberaba a los cautivos, defendía el honor, honraba al invitado, alimentaba al hambriento, elevaba la carga del oprimido, entregaba alimentos, propagaba el saludo y jamás negó nada a quien le pedía. Yo soy hija de Hatim Attayí”. Le dijo S.A.W.S: ‘Estas son las cualidades del creyente, si tu padre hubiera sido musulmán, habríamos tenido misericordia con él; liberadla, ya que su padre ama la nobleza de carácter y Allah ama la nobleza de carácter”.
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Ciertamente honrar al huésped no tiene que ver con la riqueza y la comida, buenas palabras al que las necesita es una forma de ser generoso.
Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, :”Temed al Fuego aunque sea por la piel de un dátil, y el que no encuentre esto, que lo haga con una buena palabra”.
Todo acto de bien, todo ma’ruf, es sadaqa. Uno de los hombres rectos del Islam dijo: “Parte de honrar al invitado son las buenas palabras, un rostro sonriente, servirle tú mismo, ya que ayudar al invitado no tiene nada menospreciable, igual que no ennoblece nada el que los emplea en su servicio (a los invitados) ni el que exige una recompensa”.
La más noble de las acciones es aquella con la que se busca la faz de Allah y la persona más generosa es la que más obedece a Allah. Le dijeron al Mensajero de Allah. “¿Quién es la persona más generosa?”, dijo: “El más generoso es el que tiene más taqwa”.
Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín
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