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Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi


Alhamdulillah

Musulmanes, os exhorto y a mí mismo a que tengáis Taqwa de Allah, ya que la taqwa de Allah es la mejor provisión.

Sabed, que una de las nobles cualidades que poseía el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, una cualidad que enseñó e inculcó a sus seguidores es: Ayudar al que le ha sucedido una desgracia y ayudar al que ha sido causa de una injusticia.
De entre las cualidades mencionadas por Jadiya en el conocido Hadiz encontramos: “Ayudas en diferentes caras de la verdad”.(Colaboras en todo tipo de bien).

El Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, dijo en una ocasión: “He visto en casa de Abdellah Ibn Yud’an, un grupo de gente (una coalición), todos de acuerdo en algo que no tiene precio ni valor, si me llamaran a ello ahora mismo, lo aceptaría sin vacilar”.

Este grupo se había puesto de acuerdo en que no habría en Meca persona tratada injustamente, ni residente ni extranjera, sin que los miembros de la coalición se levantarán a defenderle y atacarán al malhechor hasta que cubriera la injusticia cometida.

Un hombre de la tribu de Al-Irashi fue a Meca. Abu Yahl le compró un camello. pero no quiso pagar lo que el vendedor pedía. Este hombre se dirigió al lugar en el que estaban reunidos los quraish, en la Ka’bah, encontrándose cerca de ellos el Mensajero de Allah. Dijo Al Aráis: “Oh congregación de Quraish, ¿quién me ayuda con Abul Hakam Ibn Hisham (Abu Yahl)?, yo sólo soy un extranjero que estoy de paso por aquí y el no quiere entregarme mis derechos”. “¿Ves a ese hombre? –Le dijeron, mostrándole al Mensajero de Allah, él te ayudará, pues todos conocían la enemistad existente entre Muhammad y Abu Yahl. Se levantó el Mensajero y fue con el engañado a la puerta de Abu Yahl; tras llamar preguntó Abu Yahl: “¿Quién es?. Dijo el Mensajero de Allah: “Soy Muhammad, ¡sal!”. Y salió Abu Yahl con una mueca de terror en el rostro. Le dijo el Mensajero: “Entrégale a este hombre sus derechos”. Entró en su casa, tomó el dinero y se lo entregó. Más tarde le dijeron a Abu Yahl los quraish: “¿Qué te ha ocurrido?” Dijo: “Llamó a mi puerta, escuché su voz y el miedo se apoderó de mí, cuando salí y le vi, observé que sobre su cabeza había un gran camello, no había visto cabeza, ni cuello ni cuerpo similar. Por Allah, que si le hubiera negado lo que correspondía al viajero, me habría devorado el camello”.

Musulmanes, ayudar y colaborar los unos con los otros en el bien y en establecimiento de la verdad son frutos del Imán, no avanzará ni la comunidad ni el individuo si no se ayudan los unos a los otros en el bien. Dice Allah: “Ayudaos en la virtud y en la Taqwa, y no colaboréis en el mal y en la injusticia”.

Ayudándose unos a otros se podrá conseguir el amor y la complacencia de Allah; dijo el Mensajero de Allah, en un Hadiz Qudsi: “He puesto mi amor en los que me aman, He puesto mi amor en los se ayudan por mí, He puesto mi amor en los que se dan buen consejo por mí, He puesto mi amor en los que se visitan por mí, He puesto mi amor en los que entregan por mí” (Rawahu Imam Malik an Ubadah Ibn Samit).

La colaboración y ayuda mutua es algo de lo que no puede ni debe prescindir ningún musulmán, ya sea fuerte o débil, ya se dirigente o dirigido, ya sea rico o pobre. Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “Si Allah quiere algún bien para el Emir, pone junto a él a un wasir veraz: si olvida, le hace recordar y si recuerda (el bien), colabora con él. Por el contrario, si Allah no quiere el bien para el Emir, le pone a su lado un mal wasir: si olvida, no le hace recordar y si recuerda el bien, no le ayuda ni colabora" (Rawahu Abu Dawud ‘an ‘Aishah).

El hombre es débil en soledad, fuerte en comunidad.

Dijo el Mensajero de Allah en un conocido Hadiz: “El creyente es para el creyente como las vigas de un edificio, se soportan los unos a los otros” Y luego entrelazó sus dedos. (Rawahul Bujari ‘an Abi Musa al-Ashari)

Parte de la colaboración mutua es indicar y guiar a aquel que se ha desviado del camino. Un esclavo que quería comprar su libertad fue a ver a ‘Ali Ibn Abi Talib, que Allah esté complacido con él, y le dijo: “Este es el precio que tengo que pagar para comprar mi libertad, ayúdame” Y le dijo Ali: “¿No prefieres que te enseñe unas palabras que me transmitió el Mensajero de Allah, que aunque tuvieras una montaña de deudas Allah te las pagaría?”. Dijo: “Dilas”. Dijo Ali: “Oh Allah haz que lo halal sea suficiente pra nosotros y no necesitemos lo haram, y haz que la obedicencia a Ti sea suficiente para nosotros y no necesitemos desodecerte, y haz que Tu Favor sea suficiente para nosotros y no necesitemos a nadie ni a nada distinto de Ti” (Rawahu Tirmidhi an Abi Wail).

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Musulmanes, ciertamente la sabiduría de Allah Ta’ala abarca que parte de los asuntos requeridos en el ser humano en la vida de dunia sean la colaboración y la ayuda. Que se ayuden los unos a los otros y que trabajen los unos con los otros.

Dice Allah: “Hemos elevado en grados a unos sobre otros, para que unos tomaran a su servicio a otros”.

El musulmán debe buscar en su vida ser un beneficio más que un estorbo, tiene que ayudar más que poner barreras, cuestionar y negar. Esto nos lleva a la situación en la que es muy fácil criticar pero muy difícil colaborar.

Al Maawardi, uno de los grandes Ulamas del Islam, dividió a la gente en cuatro categorías: Los hay que ayudan y piden ayudan. Otros que ni ayudan ni piden ayuda, los hay que piden ayuda pero no ayudan y los que ayudan pero no piden ayuda.

El que ayuda y pide ayuda es un cumplidor y una persona justa, por que pide y también da, es equilibrado y esta es la mayoría de la gente.

El que ni ayuda ni pide ayuda es un dejado, se ha negado el bien a sí mismo y ha hecho el mal al no ayudar. No tiene amigo en el que poner esperanzas ni enemigo al que temer.

El que pide ayuda pero no ayuda es innoble, está siempre pidiendo, pero nunca se ofrece a ayudar; no se espera el bien de él ni se está a salvo de su mal, es un peso para la comunidad.

Y por último, el que ayuda y ni pide ayuda es de naturaleza generosa, el más noble y mejor de la gente. Quien encuentre a un compañero como éste que lo proteja y guarde su amistad, pues ciertamente es gente muy escasa”.

Oh Allah haznos ser de los que ayudan sin buscar ayuda a cambio.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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