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Mezquita de Granada
Imam: Sidi Said Erraziki


Alhamdulillah.




Musulmanes, os exhorto a que tengáis taqwa de Allah y le obedezcáis tanto en lo interno como en lo externo de los asuntos.

¡Siervos de Allah! El Profeta al que Allah colme de bendiciones dijo en un Hadiz narrado por Abu Huraira y transmitido por Bujari y Muslim:

"Siete clases de personas tendrá Allah bajo Su sombra, el día que no haya más sombra que la Suya: ‘Un gobernador (Imam) justo. Un joven que vivió en la adoración de Allah. Un hombre cuyo corazón está unido a las mezquitas. Dos hombres que se aman por Allah, se juntan por Él y se separan por Él. Y un hombre que recordó a Allah a solas y sus ojos derramaron lágrimas. Un hombre al que invitó una mujer bella y con una posición social (para seducirlo) y él la rechazó diciéndole: ‘¡Verdade­ramente, yo temo a Allah!’. Un hombre que dio una sádaqa, ocultándola de tal forma que no supo su mano izquierda lo que dio su mano derecha’."

La primera clase de las sietes que Allah tendrá bajo Su sombra el día que no haya más sombra que la Suya es el Imam justo. Las primeras generaciones con esta expresión entendían designar al Jalifa, el hombre que ostenta la autoridad, quien ha sido encargado por Allah de los asuntos de los musulmanes. Si se esmera en establecer el din y en salvaguardar la Sharia y las leyes (ahkam), en ejecutar la justicia entre los hombres y en lograr beneficios para el país y para los siervos de Allah, entonces Allah, en Su inmensa generosidad, le promete que encontrará alivio bajo Su sombra el día que no haya más sombra que la Suya. Y asimismo quien le substituye y aquellos que tienen responsabilidad en los asuntos de los musulmanes, si actúan rectamente y con sinceridad en llevar a cabo sus obligaciones y actúan con justicia entre la gente conseguirán este privilegio.

Umar Ibn Al-Jattab, en la época de su califato, cuando se sentaba en el bayt al-mal (la casa de la riqueza) para tratar algún asunto de los musulmanes lo hacía a la luz de una lámpara, mientras cuando se trataba de llevar a cabo algún asunto personal solía apagarla.

Dijo el Profeta, Allah le bendiga y le dé paz: “Los justos (en el día del levantamiento) estarán sentados en púlpitos de luz a la Derecha del Misericordioso” (Muslim)

La segunda clase de las sietes que Allah tendrá bajo Su sombra el día que no haya más sombra que la Suya es el joven que vivió en la adoración de Allah. Y así también la joven musulmana que cumpliendo con las órdenes de Allah y evitando lo prohibido, sin transgredir los límites que Allah ha puesto en la creación y respetando Su sharia, realiza los actos de adoración y todo lo que Allah ha hecho obligatorio para Su siervo. No deja de llevar a cabo ninguna de las acciones correctas y no se queda corto en el buen trato con los demás así como tampoco es perezoso en los asuntos de este mundo. Dijo nuestro amado Profeta, Allah le bendiga y le dé paz: “Verdaderamente Allah tiene un derecho sobre ti, tu familia tiene un derecho sobre ti y tu alma tiene un derecho sobre ti, pues da a cada uno su derecho”.

La tercera clase de las sietes que Allah tendrá bajo Su sombra, es el hombre cuyo corazón está unido a las mezquitas y cuando sale de ella siente añoranza hasta que no regresa. Su corazón está ocupado en el amor de las mezquitas y añora volver a ellas para llevar a cabo las oraciones con su gente, para escuchar una vez más la recitación del Libro de Allah y las clases donde se imparte conocimiento para aprender su din y transmitir así lo que ha aprendido a su familia.

Dice Allah:

Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del Recuerdo de Allah. ¿Pues no es acaso con el Recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones? (Sura del trueno 27)

La cuarta clase de las sietes, son dos hombres que se aman por Allah, se juntan por Él y se separan por Él. Se aman por Allah y se junta en la obediencia a Él y a Su enviado. Se encuentran con el corazón puro y sentimientos sinceros, colaboran para conseguir lo mejor en esta y en la otra vida, se tratan con amor y el respeto mutuo, el amor y el respeto que son debidos a los hermanos musulmanes y en ningún momento este amor es debido a asunto materiales o tiene proposititos que no sea la complacencia de Allah y no persigue otra ventaja, porque aquel amor material no es sincero y desvanece cuando se consigue el objetivo.

Los antiguos decían: “lo que es por Allah perdura y se logra, lo que es para otro que no es Allah se interrumpe y no se realiza”. El Islam quiere que la relación entre el musulmán y su hermano sea duradera y por esta razón debe basarse siempre en un amor auténtico en Allah.

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La quinta clase de las sietes que Allah tendrá bajo Su sombra el día que no haya más sombra que la Suya es un hombre al que invitó una mujer bella y con una posición social elevada (para seducirlo) y él la rechazó diciéndole: ‘¡Verdade­ramente, yo temo a Allah!’. El siervo sincero tiene constantemente presente la majestad de Allah y sabe que El lo vigila, es consciente de esto secretamente y en público y se prohíbe de entregarse a sus apetitos y vence su nafs y la previene del caer en el error y no cede al engaño del dinero, de la posición, etc. por temor a Allah. Esto es el rasgo que distingue a los siervos sinceros de Allah, que saben que a El no le escapa nada de lo que hacen sus siervos.

Dice Allah en Su libro:

“Y está con vosotros dondequiera que estéis. Allah ve lo que hacéis”. (Sura del Hierro, 4)

La sexta clase de las siete, es un hombre que dio una sadaqa, ocultándola de tal forma que no supo su mano izquierda lo que dio su mano derecha. Es decir que da sadaqa voluntariamente escondiéndose de los ojos de la gente, porque lo que se pide en el cumplimento de los actos obligatorio es que se hagan públicamente para servir de ejemplo, para mostrar a la gente la dulzura de estos actos de adoración y para animarlos a hacer lo mismo y le lleven a cabo junto a él. Mientras que en los actos voluntarios ya sea el salat, el ayuno, la sadaqa, Allah nos pide que nos escondamos de los ojos de la gente para que la adoración del siervo este a salvo de la ostentación y de la búsqueda de reputación y sea sincera por la faz de Allah, el Generoso, conformemente a las palabras de Allah, el Altísimo:

“Cualquier cosa que gastéis o cualquier promesa que os impongáis, Allah lo conoce. No habrá quien auxilie a los injustos.

Si dais limosna públicamente es bueno, pero si las ocultáis y si la dais a los necesitados, será mejor para vosotros; y os cubriremos parte de vuestras malas acciones”. (Sura de la Vaca, 270 – 271)

La séptima clase de las sietes que Allah tendrá bajo Su sombra el día que no haya más sombra que la Suya es un hombre que recordó a Allah a solas y sus ojos derramaron lágrimas. Es decir, recordó a Allah lejos de los ojos de la gente, meditando sobre la inmensidad de Su reino, recitando las aleyas de Su libro, reflexionando sobre las palabras de nuestro amado Profeta, teniendo presente el poderío de Allah, Su misericordia y Su castigo. Recuerda las acciones incorrectas que ha cometido, los excesos a los que se ha abandonado y de todo esto se arrepiente, se entristece y se presenta ante su Señor implorando su perdón, y al hacerlo sus ojos derraman lagrimas por el anhelo de este perdón y por miedo a su castigo.

Dice Allah en Su libro:

“Pedid a vuestro señor, humilde y secretamente; es cierto que El no ama a los que se exceden.

Y no corrompáis las cosas en la Tierra después del orden que se ha puesto en ella; invocadlo con temor y anhelo.

Es verdad que la misericordia de Allah está próxima a los bienhechores”. (Sura Al ‘Araf, 55-56)

¡Musulmanes! Que cada uno de nosotros haga recuento de sus acciones antes de que llege el momento de la Rendición de cuentas: ¿hay en él alguna de las características que hemos mencionado? Es uno de los sietes a los que se refieren las palabras del Profeta?

Dice Allah en Su libro:

Y llevad provisión, aunque la mejor provisión es el temor (de Allah). Así pues guardaos, vosotros que entendéis la esencia de las cosas. (Sura de la Vaca, 197)

Oh Allah te pedimos que nos hagas ser de aquellos que están bajo tu sombra el día en el que no hay amas sombra que la tuya. Amin.



Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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