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Mezquita de Granada
Imam: Shej Muhammad Al Kassbi


Alhamdulillah.

Musulmanes, os exhorto a que tengáis taqwa de Allah, pues ciertamente la taqwa es la razón de la felicidad y la alegría y el medio de obtener el triunfo y el éxito.

Sabed, que Allah este complacido con vosotros, que unos de los puntos primordiales de nuestra Sharia, en la que todo es misericordia y bondad, es preservar el din, el nafs, el intelecto, la descendencia y la riqueza. Todos los mensajes provenientes de Allah, transmitidos mediante mensajeros coinciden en este hecho, desde Adam hasta el último de ellos, Muhammad.

También coincide en esto toda la gente que tiene un conocimiento claro, todos los dotados de intelecto en todo tiempo y lugar.

Se conocen a estas 5 cuestiones como las 5 raíces, ya que todas las reglas de la sharia’ giran en torno a ellas, exhortan a guardarlas y protegerlas. También se conocen como las 5 necesarias. ¿Por qué? Porque no estará la persona sana, ni en su din ni es su dunia, hasta que estas 5 cuestiones no estén protegidas. Si no están presentes, la persona se extraviará, se corromperá su vida, su din y su ajira.

Todo aquello que impide poner en práctica alguna de estas 5 raíces, es un asunto incorrecto y perjudicial.

Guardar el din, es proteger la creencia, los actos de adoración y las leyes que Allah ha impuesto para vincular a los siervos con Su Señor, y para vincularse los unos con los otros, y esto se consigue poniendo en práctica las obligaciones y alejándose de las prohibiciones, tanto en la acción, como en la palabra, como en la creencia.

La segunda, el nafs; Allah ha puesto a disposición, ha creado para la protección del nafs en general y para que continúe la raza humana sobre esta tierra, el matrimonio y la descendencia, del mismo modo que para mantenerse a uno mismo es necesaria la comida , la vestimenta, el hogar, etc.

Para guardar el intelecto, Allah ha prohibido todo aquello que sea causa de su perdida, de perder el intelecto, como las drogas o el alcohol.

Para guardar la descendencia, ha hecho obligatorio la protección del honor y ha prohibido la fornicación.

Y para proteger la riqueza ha hecho necesaria la petición del incremento en la riqueza halal. Ha permitido las transacciones económicas, y ha prohibido el robo, el fraude y el engaño, y tomar el dinero ajeno sin que te corresponda.

Todos lo actos de adoración son obligatorios, para la correcta puesta en práctica y protección del din, las costumbres como la vestimenta, la comida, la bebida, la vivienda, se nos han hecho obligatorias para proteger el nafs y el intelecto, y todos lo mu’amalat permitidos se nos han hecho obligatorios para así poder guardar la descendencia y la riqueza.

Los límites y castigos están presentes, para castigar a los corruptores o para atemorizar a aquellos que quieren transgredir los límites.

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Musulmanes, si guardar estas 5 raíces es una de las acciones sobre las que hay concordancia tanto en la sharia, como en el intelecto y en la fitra, entonces la seguridad de la tierra, su equilibrio, el continuar siendo gente culta y aumentar las nobles cualidades, está estrechamente vinculado a proteger y honrar estas 5 necesidades primordiales.

Es por esto que debe todo musulmán, y todo morador de este mundo, que posea cierto intelecto, debe darle la importancia que merece este asunto para conseguir tan anhelado resultado, sin el que los asuntos tanto de dunia como del din nunca estarían completos.

Los musulmanes deben mantenerse firmes ante todo aquel que intente conducirle a transgredir estos limites y a atravesar estas fronteras.

Todos aquellos que impidan a la gente, ya sea por medio de una cosa o de otra, poner en práctica las obligaciones de la sahria’, aquellos que asesinan, se dedican a sembrar la corrupción en la tierra y entre sus habitantes, acaban con la vida de hombres, mujeres, niños, ancianos, aquellos que intentan corromper los intelectos, que ponen a disposición de los demás alcohol, drogas y otros materiales similares, para así hacer perder a los demás sus intelectos y que no sean capaces de pensar ni en las criaturas, ni en su propio honor, y hacerles gastar su riqueza en estos asuntos, haciéndoles bellos estos asuntos perversos.

Todo aquel que ponga en práctica estos asuntos y similares, será un delincuente perverso e injusto y uno de los que estará transgrediendo los límites.

Si no se llama a aquel que asesina, al que prohíbe poner en práctica el din de Allah, al que publica los secretos de los demás, al que toma el dinero injustamente, si a esto no se le llama delito, entonces en toda la faz de la tierra no existirían los delitos.

Ha llegado el momento para los musulmanes y para el ser humano en general, de despertar de su negligencia, de vencer a los delincuentes y transgresores, de castigar a los que siembran la corrupción en la tierra, porque nuestro din es el din de la justicia, y todo aquel que no impida al delincuente cometer su fechoría, será su cómplice.

Todo aquel que tenga capacidad para pararle, ha de hacerlo, ha de parar al delincuente, ha de poner limites a la injusticia.

Dice Allah: “Guardaos de una prueba que no sólo afligirá a los que de vosotros sea injustos. Y sabed, que Allah es fuerte en el castigo”.


Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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