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Mezquita de Granada
Imam: Shej Muhammad Al Kassbi

Alhamdulillah.¡Musulmanes!, os exhorto a que tengáis temor de Allah porqué en el temor de Allah está el poder, el éxito, la amplia provisión, la salida de la estrechez, la felicidad y la salvación en esta vida y en la otra. Tenéis que saber, que Allah tenga misericordia de vosotros, que la satisfacción y la confianza en lo que Allah elige para su siervo son unas de las cosas que suscitan la tranquilidad interior y arraigan el iman en el corazón. La satisfacción es la puerta suprema de Allah, el jardín de esta vida, el lugar de descanso de los adoradores y la frescura de los ojos de los que tienen anhelo. No hay que tomar como criterio aquellas cosas cuya atracción, amor, repulsión u odio perjudican o benefician, sino que hay que tomar como criterio lo que Allah ha elegido para su siervo a través de su comando y de su prohibición, porque Él tiene más conocimiento que el siervo, tiene más misericordia que su madre que le dio a la luz. Al siervo, a su vez, no incumbe otra cosa que estar satisfecho con el juicio de su Señor, y confiar en Él y entregarle sus asuntos. El hombre no puede ver otra cosa que el aspecto exterior de los asuntos, siendo velado de los aspectos interiores e invisibles. Cuántas veces una tribulación se ha convertido en un don, y cuántas veces una prueba se ha convertido en un regalo y cuántas veces un beneficio ha llegado al hombre por donde no se lo esperaba y cuántas veces ha substituido lo que es valioso y precioso por algo en lo que ha encontrado su perdición. Si supiera que lo indeseable trae lo que es amable y que lo que es amable trae lo indeseable no perdería la esperanza de que le pueda llegar la felicidad por donde, por su falta de conocimiento de la consecuencias, se esperaría que le llegara algo que le perjudica. Allah sabe lo que el siervo no sabe: “Puede ser que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que sea un mal. Allah sabe y vosotros no sabéis” (Sura de la Vaca, 216)
Nuestro Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él, dijo: “El creyente fuerte, es mejor y más amado por Allah que el creyente débil, y en todos hay un bien. Empéñate en lo que es útil para ti, y busca la ayuda de Allah y no te quedes inerte. Y si te ocurre algo no digas: si hubiera echo eso hubiera pasado eso y eso. Sino dí: Allah ha decretado y hace lo que quiere, ciertamente el “sí” deja lugar a la acción de Shaytan”. (Hadiz narrado por Abu Huraira, transmitido por Muslim)Nuestro padre Adán comió de un árbol y fue descendido a la tierra, dejando así lo que era mejor y más correcto por algo indeseable. Sin embargo la consecuencia de su asunto encierra un bien inmenso y un enorme favor: Allah se volvió a él, lo guió y lo escogió e hizo de él un enviado y sacó de sus espaldas mensajeros y enviados, gente de conocimiento, mártires, amigos de Allah, combatientes, adoradores y gente que gasta de la provision que Allah les ha dado.Cuando la madre de Musa arrojó su hijo al mar no se le reprochó el hecho de que su hijo fuera a caer en las manos de la familia de Faraón porque a, pesar de eso, en un futuro se manifestaron las consecuencias loables y las buenas huellas de lo que ocurrió. Así como lo que le ocurrió a Yusuf y a su padre Yaqub; o al muchacho que fue matado por el Jidr por orden de Allah: “El muchacho tenía padres creyentes y temíamos que les obligara a la rebelión y a la incredulidad. Y quisimos que su Señor les diera a cambio uno (un hijo) mejor que él, más puro y más propenso a la compasión” (Sura de la Caverna, 80-81)¡Oh Allah! Ciertamente nosotros somos Tus siervos, hijos de Tus siervos, nuestros flequillos están en Tus manos, Tus órdenes son ejecutadas y Tu juicio sobre nosotros es justo. Te imploramos por todos los nombres con que Te has nombrado, que has revelado en Tu libro, que has enseñado a alguien de Tu creación o que has guardado en Tu conocimiento oculto, que hagas que el Corán sea la primavera de nuestros corazones y la luz de nuestros pechos, que elimines nuestra tristeza y purgue nuestra ansiedad. Amín.* * * * * *¡Musulmanes!, quien reconoce el bien en lo que Allah elige para su siervo, está satisfecho con lo que Allah elige para él y confía en su sutileza y generosidad y al mismo tiempo desaparecen la tristeza y el agobio de su pecho, entrega sus asuntos a su Señor y no se opone, no se queja, es agradecido y tiene paciencia hasta que le aparece el éxito final.¡Qué maravilloso es el asunto del creyente! Ciertamente en todos sus asuntos hay un bien. Y esto solo le ocurre al creyente. Si le ocurre algo agradable y está agradecido con Allah obtiene una recompensa. Si le ocurre algo desagradable y tiene paciencia obtiene una recompensa. Todo lo que Allah decreta para el musulmán es bien.No hay dificultad que no desaparezca, y no hay tristeza a la que no sigua felicidad. Junto a la dificultad hay facilidad. Y no predomina una dificultad por encima de dos facilidades. No hay tristeza, ni felicidad que perduren, y no hay flaqueza ni miseria que perduren.Allah no toma de Su siervo sino para darle y no le prohíbe algo sino para recompensarlo con algo mejor.¡Musulmanes! El entregarse a lo que Allah elige en los asuntos del creyente no significa dejar la búsqueda de los medios para rechazar lo que perjudica y para atraer a lo que es beneficioso. Hay que buscarlos pero sin apoyarnos en ellos, sino confiando el Conocedor, el Poderoso.¡Oh Allah! Nos refugiamos en Ti de las pruebas, de la llegada de la miseria, del destino adverso, de los enemigos. ¡Oh Allah! Haznos de aquellos que cuando se les da están agradecidos, cuando cometen una falta piden perdón y cuando les toca una prueba tienen paciencia. Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín.

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