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mezquita de Granada
Imam: Hafid Ahmed Bermejo

En un Hadiz relatado por Abu Malik al Hariz Ibn 'Asim al Ash'ariy -que Allah este complacido con él- dijo: El Mensajero de Allah que Allah le bendiga y le conceda paz dijo: «La purificación es la mitad del Iman. Alhamdulillah colma la alabanza divina. Subhanallah y Alhamdulillah llenan el espacio que hay entre el cielo y la tierra. La oración es luz. La sadaqa es una prueba. La paciencia es luminosidad. El Corán es una evidencia a vuestro favor o en vuestra contra. Todas las personas amanecen vendiendo su alma: salvándose o condenándose». Transmitido por Muslim

Musulmanes, os exhorto y a mi mismo a tener Taqwa de Allah, pues este el camino que lleva al Jardin.

Musulmanes, fijaos en la gran importancia que el Profeta S.A.W.S. da al simple hecho de realizar wudu. Tanto es así, que lo califica como la mitad del Iman. Intentad estar siempre en wudu para así tener completa la mitad de vuestro Iman.

Existe otra opinión que afirma que la purificación a la que hace referencia el Hadiz es la oración, porque como dijo S.A.W.S., en otro hadiz relatado por Uzman: “No hay musulmán que realice la purificación tal y como ha sido ordenada, y que haga una oración, sin que Allah le perdone lo que halla entre esa oración y la siguiente”. (Muslim).

Lo que es evidente, es que el Salat sin wudu no es aceptado por Allah, por lo tanto el wudu tiene la misma importancia o más incluso que la oración.

Musulmanes, ¡incrementad vuestro wudu y vuestro Salat, pues así estaréis cumpliendo con lo ordenado por vuestro Señor, y os estaréis beneficiando enormemente!

Alhamdulillah llena la Balanza, es decir, la Balanza se completa y se colma al alabar a Allah, y no hay forma más grandiosa de alabanza que decir Alhamdulillah.

Subhanallah y Alhamdulillah, (Gloria a Allah y alabanza a Allah) llenan el espacio entre los cielos y la tierra. No hay forma más importante y querida por Allah, que el glorificarle y alabarle con un corazón sincero.

En un conocido hadiz, relatado por Abu Huraira. El profeta S.A.W.S. dijo: “Existen dos frases, ligeras para la lengua, pesadas en la balanza y amadas por el Misericordioso: ¡Glorificado y alabado sea Allah! Y ¡Glorificado se Allah, el inmenso!". (Bujari)

Musulmanes! Alabar a Allah y glorificarlo, es un acto ligero para la lengua, que no tiene mucha complicación, pero con una recompensa y beneficio innumerables. Esforzaos en alabarlo continuamente, pues así estaréis acumulando un tesoro cuyo valor es inmenso.

La oración es luz. Es una luz que tendrá el creyente en la oscuridad de la tumba; y mas aún la oración que se hace en medio de la noche, tal y como solía aconsejar Abu Dardá: “¡Rezad dos raka’as en la oscuridad de la noche para que ello os beneficie en la oscuridad de la tumba!” El salat será una luz para los creyentes en la oscuridad del Yaum Al Qiyamah, será una luz que nos alumbrará cuando tengamos que cruzar el Sirat y que hará que vayamos al Jardin o caigamos en el Fuego. La oración es luz para nuestros corazones y para nuestros rostros.

Tal y como dice Allah subahanu wa ta’ala: “El día en que unos rostros se vuelvan blancos y otros negros. Aquellos cuyos rostros se ennegrezcan… Renegasteis después de haber creido, gustad pues el castigo porque no creisteis! Aquellos cuyos rostros se vuelvan blancos, estarán en la Misericordia de Allah, en ella serán inmortales.” (Imran, 106)

Musulmanes, acaso no es sino con el salat con lo que se iluminarán nuestros rostros? ¿Acaso no es gracias al Salat, por lo que en el Día del Juicio nuestros corazones tendrán luz y nos ayudará a pasar la gran prueba?

¡Hermanos, incrementad vuestro salat, haced oración en medio de la noche, pues el beneficio que en ello obtengáis, será como un rayo resplandeciente de luz que ilumina cualquier noche oscura!

Y la sadaqa es una prueba irrefutable del Iman del creyente, una prueba clara y concisa que el creyente debe llevar a cabo, y un acto necesario para purificar a todo musulmán. Y al hablar de sadaqa, no hablamos solamente de la sadaqa voluntaria, sino que también implica el Zakat, ese pilar del Islam obligatorio para todo creyente y que Allah menciona tantas veces en el Corán unido al Salat como prueba de su importancia.

Dice Allah, subhanahu wa taala, en la surat at-Tawba: “Coge sadaqa de sus riquezas y con ellas los limpiarás y los purificarás Y pide por ellos, pues realmente tus oraciones son para ellos una garantía. Y Allah es quien oye y quien sabe”.

¡Creyentes, no dejéis el Zakat, no dejéis a un lado este Pilar tan importante del Islam, y tampoco dejéis de dar sadaqas voluntarias a los necesitados, pues en ello hay un gran beneficio que muy pocos de nosotros conocemos!

La paciencia es luminosidad, es una gran luz para el creyente. Y la paciencia es un tarea difícil e indeseable para el ser humano, es muy pesado tenerla y controlarse, sobre todo en las situaciones difíciles por los que todos los hombres pasamos. Pero habéis de saber que, por muy amarga que sea a veces la paciencia, los frutos que da son muy dulces.

Dice Allah, subhanahu wa ta’ala: “¡Vosotros que creéis! Buscad ayuda a través de la paciencia y del Salat, es cierto que Allah está con los pacientes. No digáis de los que han muerto luchando en el camino de Allah, que están muertos, porque están vivos aunque no os deis cuenta. Y tened por cierto que os pondremos a prueba con temor, hambre, pérdida de riqueza, personas y cosechas. Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes. Aquellos que cuando les ocurre una desgracia dicen: “De Allah somos y a Él hemos de volver”. Las bendiciones de su Señor y Su misericordia se derraman sobre ellos. Son los que están guiados". (Baqara, 153)

¡Musulmanes! Sed pacientes y constantes, en lo que a hacer el bien se refiere, y sabed que Allah subhanahu wa tala, no dejará que se pierda la recompensa de aquel que se esfuerza y sufre por establecer el mandato de Allah.

El Corán es una evidencia a favor o en contra vuestra. Dice Allah subhanahu wa taala en la surat del Viaje Nocturno: “Y con el Corán hemos hecho descender una cura y una misericordia para los creyentes; sin embargo los injustos no hacen sino aumentar su perdición”.

Musulmanes, recitad el Corán, esforzaos por aprenderlo y sed justos con él; y esforzaos por enseñar a vuestros hijos el Corán, pues el Corán ha descendido como una guía para todos nosotros y en él hay una cura para los que creen y una gran misericordia que hará que, gracias al Corán, entremos en el Yannah, insha’llah.

Todas las personas amanecen vendiendo su alma: salvándose o condenándose. Lo que esto significa, es que en manos de cada persona está el esforzarse por salvarse o, de lo contrario, caer en el camino de la perdición. El que se esfuerza por vender su alma a Allah y obedecerle en todo lo que Él nos ha ordenado, será de aquellos que tendrán éxito y se librará del castigo del Fuego. Pero el que venda su alma a otro que no es Allah y se entrege a sus pasiones y apetitos, a ése le espera el castigo de Allah, wa naudhu billahi minha.

Así pues musulmanes, esforzaos por hacer el bien y apartaros de todo aquello que os aleje de Allah.Y pedimos a Allah, subhanahu wa taala, que nos incremente en tahara, y que nos incremente en alabanza hacia Él, y que nos incremente en oración, en sadaqa y en paciencia, y que haga que el Corán sea una prueba a nuestro favor y no en contra nuestra, y que nos dé claridad para encomendarnos a él subhanahu wa taala.

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Alhamdulillah.Musulmanes, sabed que todo lo mencionado con anterioridad tiene un solo propósito. Todas las acciones que hemos recordado y explicado se llevan a cabo buscando una misma meta; y esta meta es conseguir que, en el Día del Levantamiento, se muestre en la balanza que las buenas acciones son más pesadas que las malas acciones.

Dice Allah subhanahu wa taala en el final de la surat al hiyr: “Y adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza”.

Creyentes, nuestro estancia en esta vida es un puente hacia la próxima, un puente en el que se determinará si tendremos el inmenso regalo del Jardín, o el gran castigo del fuego. La forma de conseguir este gran regalo es adorar a Allah con sinceridad y hacer una gran cantidad de buenas acciones. Allah subhanahu wa taala nos ordena en esta aleya que Lo adoremos hasta que llegue la certeza. Y esta certeza es la muerte, es ese día terrible en el que vendrá a llevarnos Azrail, el ángel de la muerte. ¿Cuándo llegará ese día? ¿Cuándo será el momento en el que los ángeles, que constantemente nos vigilan, dejarán de registrar nuestras acciones? Eso es algo que sólo Allah conoce, solo Él conoce ese momento.

Por esta razón debemos ser conscientes en todo instante de la posible cercanía de nuestro final. El ser humano nace y sale del bienestar en el que se encontraba en el vientre de su madre, donde no tenía ninguna necesidad ni ningún sufrimiento, donde todo era paz y tranquilidad para él. Y llega a este mundo, lleno de pruebas y dificultades, nace cerrando el puño como señal de las penalidades que le esperan. Y entonces tiene que empezar a atesorar buenas acciones para el Día del Levantamiento. Y esto lo hace cumpliendo con la orden de Su Señor de adorarlo y de alabarlo, haciendo que sea de los que pasan el Sirat con rapidez y llegan al Yannah donde, gracias a la misericordia y con el permiso de Allah, será inmortal.

Musulmanes, adorad constantemente a Allah, adoradlo y obedecedlo de la manera que nos ha ordenado, siguiendo la Sunna del Profeta Muhammad que Allah le bendiga y le conceda paz, y siguiendo el camino de sus Compañeros rectamente guiados.

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