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Mezquita de Granada
Imam: Shej Muhammad Al Kassbi


Alhamdulillah
Estamos viviendo ahora en la segunda semana de un nuevo año hiyri, que es el año 30 después de 1400 años de la emigración.

Y ello nos hace pararnos por un momento, pide que nos detengamos para reflexionar sobre las enseñanzas de las que no puede prescindir nadie, y mucho menos los que vivimos las circunstancias dolorosas presentes. La matanza de la población de Gaza.

La tribu de los Quraish de había confabulado con los idólatras para poner fin de modo definitivo al din del Islam, cuando se encontraba en una fase incipiente. Para ello desplegó toda la energía y todos los medios a su alcance. Y ara ello trazo tres líneas y tres opciones principales. Se plantearon en su asamblea tres opciones para librarse del promotor del Mensaje, al que Allah colme de bendiciones, tres alternativas: Detenerle y retenerle para impedirle continuar con su misión, o bien exiliarle fuera del territorio, o bien eliminarle y esta tercera alternativa fue la que finalmente se impuso, con un plan infame: tendiéndole una trampa mortal. Sin embargo, Allah le protegió contra las intrigas de los politeístas permitiéndole cumplir con su misión y llegar hasta el final a salvo de sus enemigos. Le libro de la trampa que le tendieron para matarle y le salvó de la persecución.

Así mismo protege Allah a los creyentes después de él que Allah le bendiga y le conceda paz. Dice Allah el Altísimo: “Y cuando los que se niegan a creer urdieron contra ti para capturarte, matarte o expulsarte. Ellos maquinaron y Allah también maquinó, pero Allah es el Mejor de los que maquinan”. (Surat al Anfal, 30)

En el Coran hay muchas referencias, además de esta, a los acontecimientos de la hiyra, como por ejemplo las palabras de Allah: “Si vosotros no le ayudáis, ya le ayudó Allah cuando le habían echado los que no creían y había otro con él. Y estando ambos en la cueva, le dijo a su compañero: No te entristezcas porque en verdad Allah está con nosotros. Allah hizo descender sobre él Su sosiego, le ayudó con ejércitos que no veíais e hizo que la palabra de los que se negaban a creer fuera la más baja; puesto que la palabra de Allah es la más alta. Allah es Irresistible y Sabio”. (Surat At Tawba, 40)

Cuando los paganos de Meca se detuvieron ante la entrada de la cueva dijo Abu Bakr: “¡Mensajero de Allah! Si cualquiera de ellos dirigiera su mirada a sus pies nos vería” Le dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “¿Qué me dices de dos cuyo tercero es Allah? No temas, Allah está con nosotros”

Musulmanes, la hiyra del Profeta nos muestra que la fuerza de nuestra Ummah radica en la sinceridad con Allah, gloria y obediencia a El, en la adoración y sometimiento a El y en la unidad del reconocimiento de su Unicidad, y en el esfuerzo para unificar a la comunidad y a la Ummah, y también es evidente que cualquier defecto y negligencia en el cumplimiento del Din o cualquier deficiencia e incumplimiento del deber de la hermandad entre los musulmanes tiene como consecuencia la debilidad y la humillación, la disgregación de la sociedad y la derrota de la Ummah.

Ahora bien, quien reflexiona sobre las etapas de nuestra comunidad musulmana encontrará una realidad que se repite: siempre que los musulmanes caen en dispersión y derrota es debido a su abandono del Din o su negligencia con el. Debido a su ligereza en la dimensión profunda de los significados y junto con el crecimiento y abundancia de sus medios y recursos materiales.

La fortaleza del Iman y la creencia y la firmeza en los valores y principios son capaces de realizar proezas extraordinarias y hacer al creyente verídico en su confianza en Allah y en su tranquilidad y su total certeza en la ayuda divina. Y esto mucho más especialmente en los tiempos de desgracias y en las crisis.

La hégira, en el significado de la sharia no consiste simplemente en el viaje o el traslado de un lugar a otro.

La hiyra es emigrar, de manera amplia y total, de todo lo que Allah y Su Mensajero han prohibido, hasta que el Din, todas las transacciones existenciales, sean de, por y para Allah.

La emigración desde los actos de transgresión a los de obediencia. Emigración de las muharramat (cosas prohibidas) a las wayibat (cosas necesarias y obligatorias), emigración desde la dependencia y confianza en uno mismo, a la confianza y dependencia completas en Allah, emigración desde la asociación (shirk) a la unicidad (Tawhid), emigración desde alimentarse de la usura a los medios lícitos y buenos de procurarse el sustento, emigración desde las malas compañías a las buenas, desde la ignorancia al conocimiento y al aprendizaje, desde la tacañería a la generosidad, desde la arrogancia a la humildad con Allah, el Señor de Poder y Majestad, desde la vanidad y la ostentación a la sinceridad, del mal trato a los padres al trato bueno y amable hacia ellos… En definitiva, emigrar de la maldad hacia el bien.

¡Musulmanes! La condición y el estado de los musulmanes hoy en día exige –quizá más que nunca- extraer enseñazas de la hiyra, la emigración profética. Comprender la cuestión y la trascendencia del Din y despertar la capacidad de diferenciar entre quienes verdaderamente defienden y luchan por el Din y quienes lo manifiestan con sus afirmaciones pero lo niegan con su conducta y ahuyentan a otros de él con sus actos erróneos y desviados.

El estado de la comunidad musulmana en esta época no se corregirá y no se fortalecerá con vitalidad y salud si no es por los mismos medios que se corrigió, se fortaleció y se revitalizó la comunidad de nuestros antepasados, las primeras generaciones rectas, y estas son: las nobles cualidades de comportamiento, la sinceridad hacia Allah y la plena confianza en El, la paciencia y el aguante ante las calamidades y la virtud en la adoración.

A Allah le pedimos que corriga, fortalezca y revitalice el estado de los musulmanes en todo lugar, y que devuelva al din Su Poder y que unifique a los musulmanes y que los libre de las penalidades y atrocidades que están sufriendo, y que derrame su Misericordia sobre los que mueren shuhada, martirizados, y que libere a los que están presos y que les de supremacía y victoria sobre sus enemigos de Allah, el Generoso, el Misericordioso, el Compasivo.

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¡Musulmanes! No es de ningún modo posible que una Ummah se vea en una situación de humillación y sometimiento si no es porque se ha cortado el vínculo que le une a su Señor.

Y no es de modo alguno posible que Allah imponga el yugo de sus enemigos a un pueblo si no es porque este se ha alejado de su compromiso y ha traicionado su promesa, (y este compromiso y promesa son individuales y colectivos, como comunidad y como Ummah) y se opone por sus actos a las palabras expresas y claras de Allah. Los musulmanes están recibiendo el llamamiento, más que en épocas pasadas, o despertar y a regresar a su Din con firmeza y a permanecer entre ellos compactos, unidos y en ayuda mutua. Es así y sólo así como recuperarán su soberanía y su autonomía y su fuerza después de haber sufrido humillación, y es así y sólo así como triunfarán después de haber probado humillantes derrotas. Y con todo ello, nunca deben los musulmanes desesperar ni desconfiar de la llegada de la Misericordia de Allah, sean cuales sean las desgracias, las calamidades y penalidades sufridas y nunca las intrigas y las maquinaciones acabarán triunfantes sobre el Din de Allah.

El din de Allah triunfa. “Quieren apagar la luz de Allah con sus bocas pero Allah completa su luz por mucho que lo detesten los que se niegan a creer”

Esta es la decisión de Allah y este es Su decreto y Su sentencia. Y quien experimente alguna duda y quiera asegurarse y estar plenamente convencido de cual es el decreto y la sentencia de Allah que mire a la historia de la Hiyra de nuestro Mensajero, paz y bendiciones de Allah sean con él, y verá sus antecedentes, su desarrollo y sus resultados y consecuencias.

Descubrirá que los musulmanes abandonaron todo adorno, lujo, pretensión y deleite de este mundo y todos y cada uno de ellos se pusieron, con todas sus fuerzas y con todo cuanto poseían, en el camino de procurar la aceptación de Allah. Y el resultado fue, primero, que Allah les devolvió su tierra, la misma de la que habían sido expulsados, y después, multitud de otros países y territorios. Allah les devolvió las riquezas que les habían sido arrebatadas y las que habían dejado atrás, y Allah les devolvió abundantes riquezas.

Y les dio en el Din luz por la que se guiaban y por medio de la cual guiaron a otros muchos. Hasta el punto de que esa luz iluminó el mundo entero. Dice Allah: “Si vosotros prestáis a Allah vuestra ayuda, Allah os ayudará a vosotros y hará firmes vuestros pies”

Sayiduna ‘Umar Ibn al Jattab, que Allah este complacido con él, dijo: “Ciertamente que no conseguís sobreponeros a vuestros enemigos por la fuerza de los medios materiales y las armas sino que lo hacéis gracias a vuestra obediencia a vuestro Señor y gracias a la rebeldía y trasgresión de ellos contra su Señor. Pues si sois semejantes a ellos en vuestra desobediencia y rebeldía, ellos se impondrán sobre vosotros gracias a su fuerza militar y a su armamento”.

Dijo uno de los Salihin: “No pienses que tu enemigo te puede hacer ningún daño, si no es porque tu Señor te ha retirado Su protección”.

Así pues, cada uno de los musulmanes debe ser consciente de que toda falta y acto de desobediencia que comete es una causa del retraso de la victoria y es causa de la desgracia que sus hermanos padecen en otros sitios.

Ayudar, asistir y apoyar a nuestros hermanos es obligatoria con todos los medios que estén a nuestro alcance.

Que Allah derrame su Misericordia y conceda Su consuelo, Su ayuda y Su alivio a los musulmanes oprimidos, masacrados, violentamente y brutalmente golpeados en sus hogares, en sus ciudades, en sus vidas y en su integridad.

1 comentarios

Francesca Najea Lujan dijo... @ 18 de enero de 2009, 22:58

As-Salaamu-Alaikum,
Me encantara visitar a la mesquita de Granada un dia pronto insh'Allah.
Muchisimo Gusto,
Najea Lujan

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