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Mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi


Alhamdulillah

Musulmanes, os exhorto al temor de Allah (taqua), pues éste es el camino a la felicidad en dunya y en el ájira. Dice Allah, el Enaltecido: "¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno como se prescribió a los que os precedieron para que tengáis temor" (Baqara 183).

Y entre los objetivos del ayuno están: que te revistas de los beneficios de la perseverancia (sabr), fortalecer la voluntad, la victoria sobre el ego, elevarse por encima de los vicios… Así pues, es el mes de la perseverancia y la paciencia, y estos tienen una recompensa inmensa. Dice Allah, el Altísimo: "Y cierto que a los creyentes se les pagará su recompensa sin límite" (Zumar 11).

Cuando los talut salieron en yihad contra Yalut (Goliat), Allah los probó ordenándoles de abstenerse de beber agua de un río que encontrarían, y los pocos que no bebieron fueron los que vencieron a Yalut. Así que el ayuno nos acostumbra al sabr; en este sentido dice Allah Azaua Yal.la: "¡Oh creyentes! Buscad la ayuda a través el sabr y la oración; ciertamente Allah está con los sabirin" (Baqara 153). Algunos comentaristas dicen que en esta aleya sabr se refiere al ayuno.

El sabr es de tres tipos: la perseverancia en la obediencia a las órdenes de Allah, la perseverancia en evitar la desobediencia y la perseverancia ante lo que Allah te ha decretado. Todos ellos se hallan en el ayuno. El ayunante persevera obedeciendo la orden de ayunar porque cree en Allah, buscando su complacencia y deseando su recompensa. Persevera en evitar aquello que Allah ha prohibido de las diferentes cosas que rompen o invalidan el ayuno, además de la desobediencia y los pecados. De modo que cada vez que su yo le llama a la desobediencia, recuerda que está en ayuno y adoración, así que persevera en estos actos buscando la recompensa de Allah. Y es paciente ante lo que Allah ha decretado, pues Allah, Poderoso y Majestuoso, ha decretado el ayuno para los musulmanes y lo ha hecho obligatorio, siendo necesario que le obedezcan y se sometan a sus órdenes.

Dijo el Profeta, que Allah le bendiga y le otorgue una paz perfecta: "El ayuno es la mitad del sabr". Lo transmitió Tirmidhi, de Anas. Así que si el hombre persevera en su ayuno Allah le dará su recompensa merecida. Y la recompensa del ayuno es de un tipo especial. Dice Allah, el Altísimo, en un hadiz qudsi por boca del profeta, sala Allahu alaihi ua salama: "Todo acto del hijo de Adam tiene una recompensa de diez a setecientas veces excepto el ayuno, pues éste me pertenece y Yo lo recompenso. Abandona su comida, bebida y sus pasiones por Mí". Lo transmitieron Bujari y Muslim, de Abu Hurairah.

Por todo ello vemos la relación entre el ayuno y el sabr ya que el ayuno es el camino para alcanzar el carácter del perseverante. Dijo sala Allahu alaihi ua salam: “A aquel que practica el sabr y lo busca, Allah lo hace paciente, y no se le ha concedido a nadie un don más inmenso y vasto que el sabr". Lo transmitieron Bujari y Muslim.

Dijo sayyidina Umar, que Allah esté complacido con él: "Hemos encontrado lo mejor de nuestra vida en el sabr. Y dijo el imam Ali, que Allah ennoblezca su rostro: " El sabr es una montura que nunca cae". Y dijo Hassan al Basri, que Allah le tenga misericordia: "El sabr es un tesoro de los tesoros del bien; Allah no se lo da excepto a un siervo amado".
El ayunante sincero abandona su comida, bebida y sus pasiones en su ayuno y acostumbra a su ego al abandono de sus pasiones, y cuando alguien le provoca o se enemista con él, no se enfada ni responde del mismo modo que actúan con él. Como si al actuar así le dijese a quien le es hostil: “Haz lo que quieras; yo me he refugiado en mi Señor con mi ayuno para proteger mi lengua y mis miembros”. De modo que ves que no le afectan sus circunstancias, no como a aquellos que consideran su ayuno un sacrificio y una prohibición. Pues su ayuno es para Allah y su perseverancia es para Allah y Él se lo recompensa. Y por ello se manifiestan en él los efectos del ayuno, por la aparición en él del carácter del perseverante. De modo que si el hombre se caracteriza por él, será fácil que triunfe en su vida, que ofrezca lo mejor de sí a su comunidad y que deje un buen legado.

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¡Oh creyentes!, ciertamente el sabr está entre las mejores formas de ibada y formas de carácter. Y la mejor perseverancia es la que se usa en obedecer las órdenes de Allah y en evitar sus prohibiciones. Pues a través de ésta se purifica la obediencia y el Din se fortalece, de modo que el que carece de perseverancia en la obediencia no tiene parte en la virtud y la corrección.

Y al igual que el individuo precisa del sabr, la umma también lo necesita, pues no hay duda de que ella se enfrentará a pruebas, ya que ésta es la sunna de Allah con su creación. No se emprende ni se tiene éxito en el yihad interno, contra el nafs y las pasiones, ni en el externo, para elevar la palabra de Allah y expandir el Din, sino con un carácter perseverante, y por ello ha legislado Allah para sus siervos creyentes lo que purifica sus espíritus y limpia sus egos. Y ello es la prescripción del ayuno en el mes de Ramadán, y la umma que ayuna con sinceridad aprende la rectitud, la disciplina y la perseverancia en lo sistemático, y aprende a moverse rompiendo sus hábitos.

Wa salla Allahu ala Saydina Muhammad wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallam. Amín

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