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mezquita de Granada
Imam: Hafid Ahmed Bermejo

Musulmanes, os exhorto a tener taqwa de Allah, ya que, ciertamente, por medio de la taqwa nos libramos del castigo, el Señor nos acepta y nos eleva en grados y gracias a la taqwa resplandecerán los rostros de la gente de la rahma en el Día del Levantamiento.

Musulmanes: ciertamente los dones que Allah, subhanhau wa taala, ha otorgado al ser humano son muchísimos, y la persona no es capaz de enumerarlos ni conocerlos todos, pues son muy numerosos y diversos. Y todos ellos son por la misericordia de Allah, subhanahu wa taala, para con sus siervos; dice Allah:

“Si tratáis de contar las bendiciones de Allah, no podréis enumerarlas; es cierto que el hombre es injusto, ingrato”. (Ibrahim, 34)

Ciertamente las bendiciones o los dones de Allah tienen raíz y ramas, o bases y derivaciones; ejemplo de estas ramas es el incremento en el conocimiento o en el cuerpo o en la riqueza, y la preservación de los actos meritorios como el qiyamu lail, la recitación del Corán, el dhikr de Allah y el adab del Islam en todo asunto. Y por otro lado, las bases de los dones de Allah o sus raíces son, en primer lugar, el iman en Allah y en Su Mensajero y el actuar conforme a ello. Y uno de los ni’mas primordiales de Allah es la salud.

Musulmanes, ciertamente uno de los dones de Allah que tiene un valor incalculable, y por el que debemos estar siempre agradecidos, es el don del tiempo. Ciertamente el tiempo es la raíz de la vida, la piedra angular de la persona, y la herramienta para obtener el beneficio y la complacencia de Allah.

Allah menciona en Su Libro la importancia del tiempo y el gran rango que éste tiene. Y dice: “Y os ha subordinado al sol y a la luna, incesantes, y a la noche y al día. Y os ha dado de todo lo que habéis pedido. Si tratáis de contar las bendiciones de Allah, no podréis enumerarlas; es cierto que el hombre es injusto, ingrato”. (Ibrahim, 14)

Allah, indica que el tiempo es un signo que sólo perciben los dotados de intelecto. Dice: “Y ha puesto para vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna, así como las estrellas que están sometidas a Su Mandato; es cierto que en ello hay signos para la gente que razona”. (Abeja, 12)

Allah, subhanahu wa ta’ala, ha hecho que el tiempo sea una prueba para la persona y un campo de expansión para el iman y la reflexión. Dice Allah en Su Libro dirigiéndose a los kuffar: “¿Acaso no os concedimos una larga vida en la que pudiera recapacitar quien lo hiciere, y acaso no os llegaron? ¡Así pues, gustad! No habrá nadie que defienda a los injustos". (Fatir, 37)

Dijo Salla Allahu Alaihi wa sallam: “Hay dos bendiciones de las cuales mucha gente no es consciente, la salud y el tiempo libre” (Hadiz de Ibn Abbas transmitido por Bujari)

Hermanos en el Islam, ciertamente es de gran importancia el paso del tiempo; debemos darnos cuenta de que cada día que pasa para nosotros, es un día que hemos dejado escapar, un día sobre el que debemos reflexionar viendo qué hemos hecho, qué hemos hecho para merecer el Jardín y qué hemos hecho para conseguir librarnos del castigo del Fuego.

El tiempo tiene tanta importancia porque, en realidad, el tiempo es la vida. El musulmán tiene obligaciones, y entre estas obligaciones se encuentra su tiempo, qué hacer con él, guardarlo, preservarlo, y vigilarlo con sus propios ojos. Del mismo modo que la persona se esfuerza para preservar y aumentar su riqueza, está atento a ella y busca la manera de incrementarla y darle el mejor partido, siendo consciente de que el dinero va y viene, más necesario aún es cuidar de su tiempo, pues ciertamente y a diferencia de la riqueza, el tiempo que se gasta jamás podrá volver.

Es imperioso para los musulmanes guardar y proteger el tiempo, y dividirlo entre las obligaciones, tanto las referentes a esta vida como a la próxima, para que no se mezclen las unas con las otras y al final se acabe sin hacer nada. Y que no sea injusto en otorgar a cada una su parte: un tiempo para Dunia y un tiempo para el Ajira.

Someterse a uno mismo a recuento es una de las mejores maneras para conseguir esa consciencia que nos llame a utilizar el tiempo en lo que Allah ama; y este es el camino de los salihun y de los que tiene taqwa de Allah.

Echa las cuentas, hermano musulmán, y pregúntate qué has hecho en el día que acaba de pasar. ¿Cómo has empleado tu tiempo? ¿En que asuntos has gastado las horas del día? ¿Acaso en ese día que ha pasado has aumentado tus hasana, o por el contrario has aumentado tus sayiat?

Sabed que cada día que vivimos, cada hora que transcurre, es un tiempo al que no podemos regresar. Los días se van, las horas pasan, los instantes se agotan, y no es posible detenerlo ni tampoco volver a vivirlo.

Esto es a lo que se refiere Hassan Al Basri cuando dice: “No hay día que pase para el hijo de Adam sin que éste diga: Oh hijo de Adam, yo soy un día nuevo; de tus acciones soy testigo y cuando me vaya de ti, ya no volveré. Haz lo quieras, que lo encontrarás ante ti, y deja de hacer lo que quieras, que no regresará jamás”

El hombre que está a punto de abandonar este mundo y se dispone a afrontar la próxima vida, ¿acaso no desearía, en esos momentos, que se le concediera algo mas de tiempo para rectificar las malas acciones e incrementar el número de buenas acciones?

Y sin embargo, ¡ay de él!, se consumió el tiempo que tenía para obrar y le llega la hora del recuento, y será recompensado o castigado tal y como Allah quiera.

El hombre que recuerda y reflexiona sobre esto, se vuelve más cuidadoso con su tiempo y se esfuerza por dedicarlo a todo aquello que le haga ser merecedor de la complacencia de Allah.

Dice Allah subhanahu wa taala en Su Libro: “Así pues, el que espere el encuentro con su Señor, que actúe con rectitud y que al adorar a Su Señor no Le asocie a nadie” (Kahf, 110)

Dijo Hassan Al Basri, que Allah tenga misericordia de el: “Hijo de Adam, sales por la mañana y te mueves para procurarte ganancias. Así pues, preocúpate de ti mismo. Pues nunca obtendrás una ganancia más importante que esa”.

Dijo también: “Hijo de Adam, no eres más que una sucesión de días y con cada día que pasa, ha pasado una parte de ti mismo”.

Y que Allah esté complacido con aquel que dijo:

“Es cierto que nos produce regocijo cada día que pasa,
y sin embargo, cada día que pasa nos acerca al final,
Así pues, actúa para ti mismo, esforzándote antes de la muerte,
Porque verdaderamente, la ganancia y la pérdida están en los actos”.

Oh Allah te pedimos que ocupes nuestro tiempo en Tu adoración y en Tu obediencia y que alejes de nosotros el emplear nuestro tiempo en cosas banales y carentes de significado.

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Hermanos en el Islam, sabed que es una acción honrosa el recordar las fechas importantes, mencionarlas y recapacitar sobre ellas y sobre los asuntos que tuvieron lugar en esos días.

Y una de las fechas más importantes que debemos recordar, es la hiyra del Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, de Meca a Medina, ya que ciertamente fue un hecho que cambió el curso de la historia, fue un acontecimiento que transformó la situación de los musulmanes pasando de un infierno de dificultad, injusticia y enemistad al enorme regalo de la justicia, la libertad y la hermandad. Fue la culminación de ese cambio que supuso el abandono de la adoración de rocas e ídolos para establecer la adoración de Allah el Misericordioso, el Creador de todo lo que existe.

Y ciertamente hoy nos encontramos a unos pocos días de un nuevo año hiyri, el año 1430.

Y pedimos a Allah que nos dé un nuevo año lleno de misericordia, facilidad y baraka, y que nos lleve a aquello que ama y que haga que éste sea un año mejor que el anterior.

Musulmanes, sabed que el cómputo del calendario de la hégira comenzó en los tiempos del Emir al Muminin Umar Ibn Al Jattab, que Allah esté complacido con él. El Califa Umar, mandó en el año diecisiete reunir a muchos de los sahaba para pedirles consejo: ¿A partir de cuándo debemos empezar a contar nuestra historia? Algunos propusieron que se iniciara el calendario el día del nacimiento del Profeta, sallallahu alaihi wa sallam. Otros dijeron: fijemos como el año uno, el año de su Misión Profética. Otros recomendaron la fecha de la Hiyra, la emigración, y por último otros recomendaron la fecha de su muerte, que la paz y bendiciones de Allah sean con él.

Al final, la mayoría de los compañeros estuvo de acuerdo con que la fecha más señalada para iniciar el cómputo del calendario debería ser la fecha de la hégira, pues en ese acontecimiento Allah separó la verdad de la falsedad, y con ese evento alcanzaron los musulmanes una sociedad propia, libre e independiente.

La hiyra fue el comienzo de la victoria sobre los enemigos. Y de entre ellos, los más encarnizados son el nafs, Shaytan y los apetitos. Y en el mundo de lo externo estaban los mushrikin y los kafirin, a los que vencieron los compañeros del Mensajero de Allah después de haber vencido a sus propios nafs que entregaron a Allah encomendándose a El sin miedo a derramar su propia sangre para elevar a lo más alto la palabra de Allah.

De entre las cosas más destacadas que hizo el Profeta, paz y bendiciones de Allah con él, nada más llegar a la ciudad de Medina al Munawara, fue la construcción de la Mezquita donde invitó a los musulmanes a reunirse para cumplir con el deber de adorar a su Creador y para resolver los asuntos diversos que afectaban a sus vidas.

También se dedicó, nada más llegar, a eliminar las rencillas y enfrentamientos que habían existido entre los moradores de la ciudad (las tribus de Aws y Jazaraj) y que habían provocado más de un siglo de guerras. Y Allah le dio éxito en todo ello. Y puso concordia y reconciliación entre los Ansar que pasaron a aceptarse como hermanos desapareciendo cualquier resto de enemistad y rencores del pasado.

“El es el que te ayudó con Su Victoria y con la asistencia de los creyentes y puso concordia entre ellos en sus corazones”. (Sura Al Anfal, 63)

Después estableció el pacto de hermandad entre los emigrantes que habían venido de Mecca y los habitantes de Medina y con ello lo musulmanes se convirtieron en hermanos, formando un solo cuerpo, compartiendo las alegrías y las penas. Lo que uno sentía, todos lo sentían.

“Ves a los creyentes en su compasión unos por otros, su ternura unos con otros y su afecto los unos por los otros, como si fueran un solo cuerpo: cuando un miembro sufre, el resto del cuerpo reacciona con fiebre e inquietud”. (Hadiz de Bujari y Muslim)

Este es un secreto que radica en la clave de su éxito y la tremenda expansión de su mensaje; y Allah, el poseedor de la Grandeza y la Majestad, ha prometido auxiliar a todos los que tienen estas cualidades.

“Ciertamente que ayudaremos a Nuestros Mensajeros y a los que creen, en esta vida y en el Día en que se levante el testimonio”. (Sura Ghafir, 52)

La Sunna, la Norma de Allah en Su Creación, no cambia y no se altera.

La victoria de Allah está siempre cerca de los creyentes, y el Poder le pertenece a El y a nadie más.

Te pedimos Allah que unas nuestros corazones como los de los Ansar y los Muhayirin, y que hagas que por medio de esa unión y hermandad obtengamos el éxito tanto en esta vida como en la próxima.

Oh Allah te pedimos que hagas que este año que entra sea para nosotros mejor que el anterior. Te pedimos Allah que nos hagas acercarnos a ti en el, con actos de adoración y obediencia hacia ti.

Te pedimos Allah que nos hagas seguir el ejemplo de Tu Mensajero salla allahu alaihi wa sallam.

Y te pedimos que a través de llenar nuestro tiempo de buenas acciones nos hagas merecedores de tu inmensa recompensa del Jardín.

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