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mezquita de Granada
Imam: Hafid Ahmed Bermejo

Alhamdulillah
Musulmanes! Os encomiendo y a mí mismo tener temor de Allah, el Enaltecido y Excelso, en lo secreto de nuestros corazones y en lo público y lo manifiesto, tanto en los tiempos difíciles como en los de descanso y bienestar. El taqwa de Allah es la mejor provisión y equipamiento con el que el siervo se acerca a su Señor; y la protección más útil para el siervo en el día del Levantamiento.

Abdullah ibn Abbas relató: “Un día iba montado con el Profeta paz y bendiciones de Allah sean con el y me dijo: “¡Oh joven! Te voy a enseñar unas palabras: Guarda a Allah y El te guardará. Guarda a Allah y siempre Lo encontrarás a tu lado. Si quieres algo, pídeselo a Allah. Y si necesitas ayuda, acude a El. Y has de saber que si toda la Umma se reuniera para beneficiarte en algo, no podrán hacerlo excepto en lo que Allah ha decretado para ti, y si se reúnen para perjudicarte en algo, no lo harán salvo en aquello que Allah ha decretado para ti. Las plumas (que registran el decreto) han sido elevadas y las hojas se han secado”. (Lo transmitió At-Tirmidhi y dijo: es un Hadiz aceptado y correcto).

Hermanos y hermanas en el Islam, este es un hadiz de gran sabiduría que encierra en sus palabras enormes significados. Fijaos cómo aconsejó nuestro maestro Muhammad paz y bendiciones de Allah sean con el a Ibn Abbas, cuando cabalgaban juntos en la montura del Mensajero. Este consejo no solo iba dirigido a él, sino que es un consejo para todo aquel que desea el triunfo y esté aferrado al Iman. Le aconsejó las prácticas básicas en su relación con Allah Gloria a El.

El consejo es: "Guarda a Allah y El te guardará. Guarda a Allah y siempre Lo encontrarás a tu lado".

¿Pero qué significa guardar a Allah? ¿Acaso Allah necesita de nosotros, necesita que seamos nosotros los que Lo protejamos y Lo guardemos? No, Allah no necesita nada de sus criaturas. Lo que el Mensajero quiso decir, es que guardemos a Allah cumpliendo con Sus obligaciones, llevando a cabo Sus mandatos, respetando Sus limites, creyendo firmemente en Su poder y en Su decreto, alejándonos de lo que nos ha prohibido y de lo que es dudoso.

Y si llevas esto a cabo, entonces Allah te guardará a ti, te protegerá y te salvará de las penalidades y las dificultades de este mundo. Musulmanes, reflexionad sobre esto, parad el transcurso de vuestras vidas y pensad en este consejo del Mensajero de Allah. “Guarda a Allah y El te guardará. Guarda a Allah y siempre Lo encontrarás a tu lado”.

La forma como Allah nos protege tiene dos aspectos:
El primero es que Allah nos guarda y protege nuestro cuerpo, nuestra riqueza, nuestros miembros y nuestra familia en este mundo. Algunos de los Sahaba alcanzaron la edad de los 100 años, con buena salud fisica y mental, y cuando les preguntaban sobre ello decían: “Nosotros protegimos nuestros cuerpos y nuestras mentes cuando eramos jóvenes, y Allah nos los protege ahora que somos ancianos”.

Así fue como Allah, ensalzado sea, protegió a Ibrahim cuando lo libró del fuego, a Sayduna Yusuf cuando lo sacó del pozo, al Profeta Musa cuando lo salvó de perecer ahogado siendo un bebé…

Otro ejemplo lo encontramos también en la vida del Musa, cuando era perseguido por las huestes del Firaun; dijo, la paz sea con el: “No, mi Señor está conmigo y Él me guiará”. (26, 62)

Dice Allah, subhanahu wa taala: “El hombre tiene ángeles que se van turnando delante y detrás suyo, guardándolo por el mandato de Allah”. (13, 12)

Y como éste son muchos los ejemplos que encontramos en el Coran y en la Sunna del Mensajero y de sus Compañeros referentes a la Protección de Allah.

La otra forma en la que Allah nos guarda y nos protege es preservando y aumentando nuestro imán, guiándonos por el camino recto, facilitándonos el hacer abundantes acciones meritorias, y dándonos un buen sello al final de nuestras vidas. Y no hay ninguna duda de que esta es la mejor de las protecciones.

Un claro ejemplo de este tipo de protección es el caso del Profeta Yusuf, cuando la mujer del Aziz intento seducirlo. Dice Allah en el Corán: “Entonces aquella en cuya casa estaba lo requirió, cerró las puertas y le dijo: ven aquí. El contestó: ¡Que Allah me proteja! Mi Señor es el mejor refugio. Es cierto que los injustos no tienen éxito. Ella lo deseaba y el la deseó, pero vio que era una prueba de Su Señor. Fue así para apartar de él el mal y la indecencia. En verdad él es uno de nuestros siervos elegidos”. (12, 23-24)

Musulmanes, éste es el resultado de guardar a Allah, y esta es la consecuencia de cumplir con Sus obligaciones, de acatar Sus mandatos: Pero no tenemos que quedarnos en esto, hemos de continuar, tenemos que seguir avanzando con las obras voluntarias, hemos de buscar con anhelo el poder llegar a ser de los amados por Allah. Y si Allah nos beneficia con este inmenso regalo, seremos de los triunfadores.

Dice gloria a El en la surat Yunus: “¿No es cierto que los amigos de Allah no tendrán que temer ni se entristecerán? Esos que creyeron y tuvieron temor de El. Para ellos hay buenas noticias en esta vida y en la Ultima. No hay nada que pueda sustituir las palabras de Allah. Ese es el gran triunfo”. (10, 62)

Musulmanes, no hay ninguna duda de que este es el gran triunfo, de que esta es nuestra meta, y de que quien alcance este estado será de los triunfadores.

El Hadiz continúa diciendo: Si precisas algo, pídeselo a Allah, y si necesitas ayuda, acude a El…

Hermanos, debemos saber sin ninguna duda que este es un punto muy importante en la creencia (aqida) del Islam. Es hacia a Allah hacia quien debemos dirigir nuestros ruegos y nuestras súplicas porque en Sus manos está el responder nuestras necesidades. Dijo el Mensajero: “La súplica es adoración”. Y por eso debemos dirigir nuestros ruegos hacia Allah puesto que al hacerlo estaremos adorándole; y debemos confiar plenamente en Su respuesta, y no esperar la solución a nuestras dificultades de las criaturas ni dirigir nuestros ruegos a los hombres.

Dicen unos versos:

“No pidas al ser humano cosa alguna
pídeselo a aquel cuyas puertas no tienen barrera,
Allah se enfada si no Le pides
y el ser humano se enfada cuando le pides”.

Esto no significa que pidamos a Allah y nos quedemos parados, pasivamente esperando la respuesta. Debemos confiar plenamente en Él y en Su provisión, pero debemos salir a buscarla, tenemos que buscar la provisión de Allah, sin desesperar de Su misericordia. Y pero debemos de esforzarnos al hacerlo. Debemos de tener plena creencia y en nuestro corazón debe estar arraigado este conocimiento: quien da y quien quita es Allah y nuestra acción es el medio con el que El responde a nuestras peticiones.

Pedirle ayuda a Allah, y a nadie más, es el reconocimiento de que los siervos son incapaces por si mismos de obtener aquello que les beneficia, como también son incapaces de protegerse y guardarse de lo que les perjudica. Siempre estamos necesitados de la ayuda de Allah. La mejor de las ayudas es la que proviene de Allah, y aquel que sea ayudado por Allah será de los triunfadores y de los que no necesiten ayuda de nada ni de nadie. Y aquel que tenga la desdicha de ser abandonado por Allah, será de los desgraciados y quedará completamente indefenso. Este es el significado de “la hawla wa la quwata illa billah” (no hay poder ni fuerza que no venga de Allah).Musulmanes, no podemos pensar que no precisamos la ayuda de Allah para cumplir con sus obligaciones. Necesitamos Su ayuda, necesitamos que nos dé firmeza para alejarnos de Sus prohibiciones, que nos dé fuerza para no caer en lo que es perjudicial para nosotros. Y que ninguno piense que tiene el paraiso asegurado, por muchas buenas acciones que haya llevado a cabo, por mucha sadaqa que haya dado, por mucho bien que haya hecho. Si no es por la ayuda y la misericordia de Allah, no seremos de los moradores del Jardín.

Y a Allah, en su infinita Misericordia, Le pedimos que nos haga ser de los moradores del Jardín, y que nos dé anhelo para cumplir con nuestras obligaciones, y que nos dé fuerza y una gran dosis de paciencia para alejarnos de lo que es tentador para nosotros, pero que en realidad no son más que artimañas del Shaytan para convertirnos en sus seguidores.

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"Y has de saber que si toda la Umma se reuniera para beneficiarte en algo, no te beneficiarán excepto en lo que Allah a decretado para ti. Y si se reúne para perjudicarte en algo, no te perjudicaran salvo en aquello que Allah ha decretado para ti".

Todo lo bueno y todo lo malo que le acontece a la persona esta predestinado por Allah. Aunque toda la humanidad, genios y hombres, se reunieran para perjudicarte o beneficiarte en algo, eso no pasaria si no es con el permiso de Allah.

Dice Allah: “No hay nada que ocurra en la tierra o en vosotros mismos, sin que este en un libro antes de que lo hayamos causado. Eso es facil para Allah”. (57, 22)

Dice tambien en otra aleya: “Di: No nos ocurre sino lo que Allah ha escrito para nosotros. El es quien vela por nosotros y en Allah se confian los creyentes”. (9, 54)

Musulmanes, sabed que todo viene de Allah, ya sea bueno para nosotros, o algo que pensamos que es malo para nosotros. No siempre llegamos a saber si lo que nos ha acontecido es beneficioso para nosotros o no lo es; eso solo lo conoce Allah, como dice en la surat al Baqara:

“Puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Allah sabe y vosotros no sabéis”.

En un hadiz muy significativo, el Mensajero de Allah dijo: “Para el creyente es bueno todo lo que Allah decreta para él. Si le acontece algo bueno, se lo agradece a Allah y eso le beneficia. Y se le alcanza una desgracia, la sobrelleva con paciencia y eso tambien le beneficia”.

Hermanos, debemos ser pacientes en la adversidad. Allah ha prometido que la recompensa para los pacientes sera inmensa. ¿Acaso quereis ser de los que pierden esta recompensa por no aguantar, por no perseverar y tener paciencia? Ciertamente si en la adversidad no tenemos paciencia seremos de los desgraciados. Allah subhanahu wa taala, nos pone pruebas en el camino: la pérdida de familiares queridos, de riqueza, de salud y fortaleza, etc… Y cuando nos ocurra alguna de estas desgracias debemos ser de los que dicen: “De Allah somos y a El hemos de volver”.

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