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mezquita de granada
Imam: Hafid Ahmed Bermejo
primera parte:

Alhamdulillah
Musulmanes, os encomiendo y a mí mismo tener Temor y consciencia de Allah, tanto en lo interno como en lo manifiesto de vuestras acciones y palabras.

Allah, subhanahu wa taala, envió a Su Mensajero Muhammad con el Din del Islam, y éste trajo a su Umma la guía y las leyes reveladas, para ponerlas en práctica entre su gente y para que las tomaran como ejemplo todas las comunidades musulmanas en cualquier tiempo o lugar. Mandatos en los que encontramos estabilidad y tranquilidad, que al cumplirlos estaremos alcanzando la felicidad y el éxito y que al llevarlos a cabo seremos una comunidad en la que nos ayudemos unos a otros en todo tipo de asuntos, para mejorar día a día nuestro Din y cumplir con las palabras de Allah, cuando dice en la sura de la Mesa Servida:

“Y ayudaos unos a otros en la virtud y en el temor de Allah” (5, 2)

Uno de los principios y mandatos islámicos del din del Islam, y que es un pilar en una sociedad islámica correcta, es el principio de la consulta, que implantó el Mensajero de Allah, al que Allah colme de bendiciones, que adoptaron sus nobles compañeros, que Allah esté complacido con todos ellos y que era una práctica común entre los salafi salih y los seguidores rectos de la ummah de Muhammad en todo tiempo y lugar.

La consulta en el Islam quiere decir: El consejo que el musulmán da a su hermano musulmán en aquello que le consulta. Y el asunto puede ser variado, ya que se debe consultar cualquier asunto tanto del Din como de la vida de Dunia. Un ejemplo es consultar a la gente de conocimiento y del fiqh sobre algún asunto del Din, tanto de sus obligaciones como prohibiciones y de todo lo que nuestro Din contiene. La consulta también puede ir dirigida a la gente de reflexión e intelecto claro y a todos los que tienen conocimiento de alguna ciencia de este mundo.

El consultado y los consultados han de estudiar y meditar la consulta e intentar ver todas las facetas del asunto con reflexión y buscando la respuesta, con inteligencia y concentración, analizando sus pros y sus contras e intentando llevar todas estas reflexiones a aquello que sea de beneficio para la umma del Islam y para el individuo, intentando así darle a quien consulta lo mejor de esta vida y de la próxima. La consulta encierra la sabiduría de la protección para no caer en el error y en lo incorrecto, porque ciertamente la mano de Allah está con la yamaah y siempre habrá una parte de la umma del Islam que no caerá en el error. (hadiz del Rasul)

Hermanos musulmanes: ciertamente la consulta en el Islam es de gran importancia y sus beneficios son enormes: esta importancia y la sabiduría que contienen se ponen de manifiesto en el Corán; y también lo vemos en la vida del Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, cuando cumple la orden de Allah cuando habla a su Mensajero y como legado a su ummah en cualquier tiempo y lugar:

Dice el Misericordioso: “Por una misericordia de Allah, fuiste suave con ellos; si hubieras sido áspero, de corazón duro, se habrían alejado de tu alrededor. Así pues, perdónalos, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones, y cuando te hayas decidido, confíate a Allah. Es verdad que Allah ama a los que ponen su confianza en El”. (3, 159)

Y dice Allah en otra aleya que describe las cualidades de sus siervos creyentes, en la sura de la Consulta: “Y los que responden a Su Señor, establecen el Salat, se piden consejo en los asuntos y dan de la provisión que les damos”. (42, 38)

Dijo el Mensajero de Allah, al que Allah colme de bendiciones: “No fracasa quien hace istijara, no se arrepiente quien pide consejo y no se desvía de la verdad quien es moderado”, (Hadiz transmitido por Tabarani de Abdullah Ibn Masud)

Y de él también se ha transmitido que dijo: “Cuando descendió la palabra de Allah dirigiéndose a Su Mensajero sincero, y como guía para los musulmanes, que hemos mencionado antes: “consúltales en las decisiones” Dijo Salla allahu alaihi wa sallam: “Ciertamente Allah y su Mensajero están excluidos de ello, (de la consulta) pero Allah lo ha hecho una obligación como una misericordia para mi ummah. Quien pide consejo es de los que tienen intelecto. (Es decir: aquél que consulta a otros en algún asunto no estará abandonándose a su propia y única opinión, sino que estará dispuesto a obtener el éxito por el hecho de haber consultado a los demás). y quien no pide consejo estará perdido”. (Es decir: que aquel que no pide consejo a otros en algún asunto sobre el que tiene dudas estará exponiéndose a caer en el error por estar obsesionado y cegado con su propia opinión)

La consulta y el pedirla a los demás en los asuntos importantes es una misericordia para la gente y una protección de caer en el error y la desobediencia y un camino hacia la guía correcta tanto en las acciones como en las palabras.

Siervos de Allah: la consulta es uno de los principios básicos del Din del Islam, una de las obligaciones de la sharia, y contiene una sabiduría y un beneficio inmensos; y es una guía clara en los asuntos del din y de la dunia. Pero esta forma de pedir consejo varía dependiendo del lugar y el tiempo en el que te encuentres, de las personas que te rodeen, de tu situación individual, de la situación de la comunidad, de aquel a quien le estás pidiendo consejo, etc. Todo eso varía; pero lo que no cambia, y debemos ser muy conscientes de ello y ponerlo en practica en nuestras vidas, es el beneficio y la recompensa que se obtienen con la consulta; y el beneficio es tanto para la comunidad como para la persona que la hace.

En cualquier caso, sea cual sea el estado de la comunidad o del individuo; o sea cual sea el asunto a tratar, hay que tener en cuenta que es una responsabilidad enorme para el consultado, y una amana inmensa sobre sus hombros. Por esta razón el consultado tiene que ser una persona capaz y digna de confianza, sincera y veraz, conocedora de los asuntos, además de sutil, inteligente y aplicada.

Relató Abu Huraira, que Allah esté complacido con él, que el Mensajero, al que Allah bendiga y conceda paz, dijo: “El consultado ha de ser fidedigno”, es decir, que entre sus cualidades debe figurar la honestidad y la veracidad. Ha de ser un consejero sincero.

Y Abu Huraira relató también, que el Mensajero, salla allahu alaihi wa sallam, dijo: “A aquél que le hayan dado un juicio sin conocimiento la falta recae sobre el que ha emitido el juicio, y quien le indica a su hermano musulmán acerca de un asunto sabiendo que esta indicación no es la correcta le está traicionando”. (Hadiz transmitido por Abu Dawud y al Hakim, con una transmisión correcta).

Y dice Allah, subhanhau wa taala, en Su Libro, hablando claramente sobre el no tener conocimiento o albergar dudas en algún asunto: “Preguntad a la gente de recuerdo si vosotros no sabéis” (16, 43)

Tened temor de Allah, siervos suyos, guiaos con la guía del Coran y la sunna de nuestro amado Maestro Muhammad en vuestras acciones y palabras, y tomad como ejemplo las palabras de las seguidores justos, la gente de autoridad sincera, y la gente de conocimiento en todo tiempo o lugar; y sed conscientes de las palabras de Allah cuando dice:

“Di: Actuad, que Allah verá vuestros actos, así como Su Mensajero y los creyentes. Y seréis llevados de vuelta al Conocedor del No-Visto y de lo Aparente que os dirá lo que hacíais” (9, 105)

¡Oh Allah! Te pedimos que nos hagas ser de los que piden consejo, y te pedimos, ¡Oh Allah! que si alguien viene a consultarnos sobre algún asunto, nos des una guía clara y sinceridad para poder dar un consejo que merezca Tu complacencia.

segunda parte:
Hermanos en el Islam: ciertamente la consulta entre la gente para mejorar el din y la vida de dunia es un principio muy básico y fuerte en el din del Islam, y un camino claro y firme en la Ummah de Muhammad, salla allahu alaihi wa sallam. La puso en práctica el Mensajero, al que Allah bendiga y conceda paz; y sus nobles compañeros y sus seguidores la tomaron como un ejemplo que se ha continuado con el paso de los años hasta llegar a nuestros días.

Ciertamente encontramos esas manifestaciones y casos en el tiempo del Mensajero, al que Allah bendiga y conceda paz: él consultó a sus nobles compañeros a la hora de entrar en batalla en la gaswa de Badr sobre si estaban listos y preparados para enfrentarse a los kuffar y mushrikin, y los sahaba respondieron al Mensajero de Allah con un claro gesto de que estaban completamente preparados para presentar batalla y para luchar y sacrificarse en el camino de Allah, defendiendo la palabra de Allah, por la victoria de su Din y el apoyo a Su mensajero sincero y veraz.

Y en esta misma batalla vemos cómo el Mensajero, al que Allah bendiga y conceda paz, aceptó la opinión de Hubab Ibn Mundar, que Allah esté complacido con él. Hubab aconsejó sobre la necesidad de cambiar el lugar en el que estaban asentados el Mensajero y sus compañeros por otro sitio más cercano al agua de Badr. Y la aceptación de este consejo y su puesta en práctica fue uno de los motivos por el cual Allah dio la victoria a los musulmanes.

Otro ejemplo lo encontramos cuando el Mensajero, al que Allah bendiga y conceda paz, consultó sobre qué hacer con los prisioneros quraish capturados en la batalla de Badr a sus dos fieles compañeros, Abu Bakr As-sidiq y Umar Ibn Al Jattab que Allah esté complacido con ambos. ¿Acaso merecían como castigo la muerte por haber combatido y matado a musulmanes? ¿O mejor se aceptaba un rescate por su liberación para que, si Allah quería, abriese sus ojos al Islam y les guiara hacia su camino recto?. El Mensajero aceptó la opinión de Abu Bakr As-siddiq que fue la de aceptar un rescate para su liberación, pues consideró que era lo más justo.

Y el Mensajero recorrió a lo largo de toda su vida este sendero claro, continuando con su ejemplo los Sahaba y los Julafa rectamente guiados, y los muhayirin y los ansar y todo aquel que le ha seguido en cualquier tiempo y lugar, poniendo todos en práctica la aleya que hemos mencionado donde se aparecen las palabras del Allah dirigiéndose a Su Mensajero:

“Así pues, perdónalos, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones, y cuando te hayas decidido confíate a Allah, Es verdad que Allah ama a los que ponen su confianza en El” (3, 159)

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