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mezquita de Granada
Imam: Sheij Muhammad Al Kassbi

primera parte:
Alhamdulillah.

¡Musulmanes! Os encomiendo que tengáis Taqwa de Allah. Sabed que algunas de las inclinaciones instintivas que son propias de la naturaleza humana y que están en contradicción con la creencia y con la guía del Corán son la impaciencia, la insatisfacción y la ansiedad: la insatisfacción como norma y la ansiedad y la impaciencia como características habituales.

El ser humano, en todas las circunstancias, esta ciertamente expuesto a pruebas y a tribulaciones. Cuando un ser humano sufre una prueba que le desagrada, se vuelve insatisfecho, apenado, entristecido y cuando la prueba que esta sufriendo es, por el contrario, algo que le deleita y le produce placer entonces, con mucha rapidez se vuelve arrogante prepotente, desagradecido y avaro con lo que tiene. Y por consecuencia le atormentan las preocupaciones y la intranquilidad. Por el miedo al futuro olvida a su Señor quien le creó, le dio provisión y le agració con los dones que disfruta. Y se olvida de que su verdadera realidad es de dependencia, de pobreza y necesidad de Su Señor, en todos sus asuntos y estados. En las cosas grandes y en las cosas pequeñas.

Pues bien, uno de los fundamentos del Tawhid, la Unidad de la Existencia, y una razón de que el corazón permanezca en calma y serenidad, es que el corazón este siempre vinculado, unido al Creador tanto en tiempos de dificultad como en tiempos de disfrute, en situaciones de peligro como en otras de seguridad, en la pobreza y en la riqueza, en la enfermedad y en la salud. En todos los momentos y en todos los lugares.

Por el contrario, siempre que los corazones se atan a las cosas creadas y siempre que el corazón se vincula con los medios, sin alcanzar al origen de todos ellos y sin buscar en Allah el refugio último, la creencia de la unicidad divina se desmembra y se debilita.

En el Libro de Allah se desvelan algunas enfermedades del alma que padecen muchos seres humanos y también ha mostrado la cura más eficaz, cuando dice el Misericordioso: “Es cierto que el hombre fue creado en estado de descontento: cuando le afecta algo dañino se vuelve desesperado, angustiado y cuando le toca algo bueno se vuelve avaro”. (Surat al Ma’ariy, 19 – 21)

Cuando la palabra utilizada en el Coran es “Al Insan”, el ser humano, la referencia señala a esa criatura: el hombre, desviado de la guía divina. Al Insan es en el Coran, la criatura humana sin guía. Siempre que se encuentran descripciones del ser humano denominado con esa palabra, Al Insan, siempre son características negativas de la condición humana desprovista de la guía divina de la revelación. Sin embargo, a continuación, en el Libro de Allah se halla la excepción.

La excepción a esas características indeseables del hombre, son aquellos que obedecen a Allah cumpliendo lo que El les ha impuesto y cita ocho características:

1 - Las oraciones diarias en su tiempo, aquellos que son constantes, perseverantes en su cumplimiento. No descuidan ni abandonan sus oraciones por nada. No permiten que ninguna ocupación, sea cual sea, les distraiga o les aparte de su oración.

Dice el Altísimo: “Excepto los que rezan, los constantes en su Salat”

Estos están excluidos de los atributos que se habían citado en las aleyas anteriores porque sus oraciones, su Salat, les educa en la moderación y poco apego a este mundo. No se desesperan, por consiguiente, por padecer desgracias ni se vuelven avaros cuando disfrutan de abundancia.

2 - Igualmente, en la excepción a estas circunstancias humanas indeseables, se menciona la entrega de una parte de la riqueza propia, una proporción especificada y determinada, o bien sadaqa adicional que el musulmán da voluntariamente en determinadas circunstancias y momentos, a los que piden y a los desposeídos. En estas aleyas se cita as-sail: el que pide ayuda, al mahrum, el que no pide y la gente puede pensar que no necesita nada, y sin embargo es pobre.

3 - Y los que confirman el Día de la Rendición de cuentas, es decir creen que serán juzgados por sus acciones y por consiguiente se preparan para ese día con acciones rectas.

“Y de sus riqueza dan, lo que es debido y especificado al mendigo y al indigente. Los que afirman la verdad del Día de la Retribución.
Y los que tienen temor del Castigo de su Señor”. (22 – 27)

4 - Estos son lo que tienen miedo por sí mismos, aun cuando actúan rectamente experimentan sobrecogimiento, pues saben que hay muchas faltas y deficiencias en sus actos y son conscientes de la grandeza y la inmensidad de lo que le es debido a su Señor.

“Ciertamente que del castigo de su Señor no esta a salvo ni asegurado nadie”

Es decir, que nadie debe sentirse a salvo y confiado, por muchos que sean sus esfuerzos y sus buenas obras sino que el hombre debe estar entre el temor y la esperanza, como un pájaro entre sus dos alas.

5 - “Y aquellos que guardan sus partes privadas…”

Es decir los guardan de todo aquello que Allah ha prohibido, exceptuando a sus esposos o esposas.

6 - “Y los que cumplen sus juramentos y sus compromisos”

Estos son quienes no traicionan sus compromisos con Allah ni sus compromisos con los hombres y no faltan a sus pactos, juramentos y promesas.

7 - “Y son firmes en su testimonio”

Se refiere al hecho de que cuando prestan testimonio, testifican, son verídicos, sin cambiar la verdad ni ocultarla.

Y termina de nuevo con la oración:

8 - “Y cuidan su Salat”

En este caso se refiere al fiel y cabal cumplimiento de la oración con todas sus obligaciones, realizando la ablución concienzudamente, observando los tiempos de la oración. Y observan todos sus elementos y requisitos, los contemplan con todos sus obligaciones, sus sunnas y sus actos meritorios, las ofrecen en las mezquitas y en congregación.

Todos los que cumplen con estas características, nobles y dignas, son los que disfrutarán de la estabilidad duradera en los jardines del deleite y en los que serán agraciados con todo tipo de honores y bendiciones y en este existencia estarán protegidos y a salvo con un escudo muy poderoso que les guarda de las enfermedades de la codicia, la tacañería y de la insatisfacción, el descontento y la angustia.

A Allah le pedimos que nos haga estar entre ellos.

segunda parte:
¡Musulmanes! Huir hacia Allah, y resguardarse en El en todas las circunstancias, es el camino para poner fin a las dolencias que el ser humano padece que le hacen desviarse del buen camino, cometer faltas, maldades y sufrir humillación y penalidades en esta vida. Es preciso saber que existen ejércitos perfectamente ordenados cuyo propósito es el sembrar el pánico en el hombre.

A veces los aterrorizan con guerras de alcance mundial, a veces los tienen asustados y atemorizados con la amenaza de las calamidades naturales, otras veces con presagios de pobreza. Estas fuerzas y ejércitos son de diverso cariz y de variada naturaleza pero sus instrumentos son siempre procedentes de una misma fuente. Allah lo clarifica en Su Libro cuando dice:

“El Shaytán os amenaza con la pobreza y os ordena la indecencia” (Surat Al-Baqara, 268)

El temor a la pobreza es una estratagema de Shaytán, que aflige incluso a personas muy ricas, que tienen todo lo que puedan desear y necesitar ellos y sus familias para años venideros.

Y aun así puedes verlos angustiados, preocupados, gastando los días de su vida dedicados a escapar de la posibilidad de la ruina, con el pretexto de asegurarse su futuro y el futuro de su familia. Y no sabe este tipo de persona lo que dijo el Mensajero de Allah: “La riqueza no consiste en poseer muchas cosas, la riqueza es sentirse autosuficiente y no necesitar lo que uno no tiene” (Hadiz de Bujari)

Sin embargo el que cae victima de la estratagema del Shaytán incurre en lo que el Profeta advirtió cuando dijo: “Quien esta obsesionado y preocupado por las cosas de esta existencia Allah le pone la pobreza enfrente, y le desbarata sus asuntos, y no le permite tener de este mundo más que lo que ya tenía decretado”. (Hadiz de Tirmidhi)

Así pues, tened Taqwa de Allah, siervos Suyos y confiad en Su promesa y estad seguros de Su perfecta gestión y orden y conformaos con lo que El os ha concedido. El futuro está en manos de Allah.

Tened certeza completa de que la provisión decretada viene a cada uno y de que no es la insistencia y la ansiedad la que trae la provisión. A nadie le llegará la muerte sin antes haber recibido toda la provisión que Allah le tenia decretada.

Que Allah nos guarde y nos proteja del Shaytán y de sus ejércitos y de sus estratagemas. Amin

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